André Breton visitó México en 1938 y su conclusión fue la siguiente: "No intentes entender a México desde la razón, tendrás más suerte desde lo absurdo, México es el país más surrealista del mundo". Aunque quizás se trató de una anécdota tangencial, la interpretación habitual de la frase se ha convertido en el resumen de su estancia. Y aquello, en palabras de Humberto Beck, "ha dado lugar a un malentendido con la vanguardia", donde México ocupa un lugar emblemático, no por su cultura, sino por su rezago."El país habría atraído a la vanguardia por padecer una forma particular del retraso cultural, como si visitarlo fuera el equivalente espacial de un viaje al inconsciente", escribió para Letras Libres.En defensa del surrealismo a la mexicana, Beck aclara que cuando Breton dijo semejante cosa se refería ante todo al carácter revolucionario del país que descubría. Por su sociedad convulsa y el genio de de sus artistas, México era en aquellos años, a través de las fotografías de Manuel Álvarez Bravo o los grabados de José Guadalupe Posada, una incursión por la libertad en la historia del siglo XX.
Nacido en Normandía, André Breton era un ciudadano del mundo. El Dadaísmo de Tristan Tzara lo atrapó en algún momento de su vida, pero sólo lo suficiente para considerar que era necesario marcar el fin de ese movimiento para cederle el paso a una nueva forma de pensar y de crear. El Manifiesto del Surrealismo, que publicó en 1924, definía esta nueva corriente como un "automatismo psíquico puro por el cual se pretende expresar, ya sea verbalmente, por escrito o de cualquier otra manera, el funcionamiento real del pensamiento. Dictado del pensamiento en ausencia de todo control ejercido por la razón, fuera de cualquier preocupación estética o moral". Propuso así una forma de expresión libre de procesos racionales o juicios de valor. El objetivo era anular las fronteras entre realidad e imaginación, pues en el mundo que él concibió "lo imaginario es aquello que tiende a volverse real".Louis Aragon, Paul Éluard, Robert Desnos, Antonin Artaud y Georges Bataille, se sumaron al llamado desde las letras; Max Ernst, Salvador Dalí, René Magritte y Joan Miró y muchos otros, lo hicieron desde la pintura.André Breton escribía: La mayor debilidad del pensamiento contemporáneo parece residir en la sobreestimación extravagante de lo conocido respecto a lo que queda por conocer.
A 52 años de su muerte y en homenaje a aquella mente expansiva, recordamos al padre del surrealismo con su poesía:La muerte rosaLos pulpos alados guiarán por última vez la barca cuyasvelas están hechas de ese solo día hora a horaEs la velada única tras la cual sentirás subir por tus cabellosel sol blanco y negroDe los calabozos rezumará un licor más fuerte que la muerteCuando se la contempla desde lo alto de un precipicioLos cometas se posarán suavemente en los bosques antesde fulminarlosY todo pasará dentro del amor indivisibleSi el motivo de los ríos nunca desapareceAntes de que sea completamente de noche observarásLa gran pausa de la plataSobre un pescador en flor aparecerán las manosQue escribieron estos versos y que serán husos de plata tambiénY también golondrinas de plata sobre el oficio de la lluviaVerás el horizonte abrirse y de pronto habrá acabado elbeso del espacioPero el miedo ya no existirá más y los cristales del cielo y del marVolarán por el viento con más fuerza que nosotrosQué haré yo con el temblor de tu vozSonríe danzarina alrededor del único lustro que no caeráTrampa del tiempoSubiré los corazones de los hombresPara una suprema lapidaciónMi hambre dará vueltas como un diamante demasiado talladoTrenzará los cabellos de su hijo el fuegoSilencio y vidaPero los nombres de los amantes se olvidaránComo la adónica gota de sangreEn la luz enloquecidaMañana engañarás a tu propia juventudA tu gran juventud luciérnagaLos ecos solos harán moldes de todos los lugares que existieronY en la infinita vegetación transparenteTe pasearás con la celeridadQue se pide a los animales de los bosquesAcaso te desgranes entre mis despojosSin verlos lo mismo que uno se arroja sobre un arma fluctuantePero yo perteneceré al vacío semejante a los PeldañosDe una escalera cuyo movimiento se llama muy penosoPara ti los perfumes desde entonces los perfumes prohibidosLo angélicoBajo el musgo esponjoso y bajo tus pasos que no existenMis sueños serán vanos y formales como el rumor de lospárpados del agua en la sombraMe introduciré en los tuyos para sondear la profundidadde tus lágrimasMis llamadas te dejarán dulcemente vacilanteY en el tren hecho de tortugas de hieloNo tendrás que tirar de la señal de alarmaLlegarás sola a esta playa perdidaDonde una estrella descenderá sobre tus equipajes de arenaMundo en un besoMundo en un besoEl músico con baquetas de avellano cosidas en las mangasApacigua a un enjambre de jóvenes monos-leonesQue descendieron con gran estrépito de la cornisaTodo se vuelve opaco veo pasar la carroza de la nocheArrastrada por los ajolotes de zapatos azulesQue penetra resplandeciente por la violencia que conduce a la tumbaPavimentada de párpados con sus pestañasLa ley del talión utiliza un pueblo de estrellasY tú te matizas para mí de un negro rocíoMientras los horribles bornes mentalesSe hienden en el sentido de la longitudDando paso a unos penachosQue miran al lago próximoLos barrotes del espectáculo están maravillosamente retorcidosUn largo huso de aire atestigua sólo la huida del hombreDe madrugada entre la ilustre alfalfaLa horaSólo es lo que hacen sonar las piezas de oro de la bohemiaEn las aspas de coriariaUna amazona de pie sobre un caballo tordo anaranjado al galopeDesde lejos los brazos están siempre en extensi6n lateralEl rombo polvoriento del forro me recuerdaLa tienda decorada de bisontes azulesPor los indios de la almohadaAfuera el aire se prueba los guantes de muérdagoSobre un mostrador de agua puraMundo en un beso limpioPara mí las escamasLas escamas de la gran tortuga celeste con vientre de hidrófiloQue se debate cada noche en el amorCon la gran tortuga negra la gigantesca escolopendra de raícesNo ha lugarArte de los días arte de las nochesLa balanza de las heridas que se llama PerdonaBalanza roja y sensible al peso de un vuelo de pájaroCuando las amazonas de cuello de nieve con las manos vacíasEmpujan sus carros de vapor sobre los pradosVeo esa balanza sin cesar enloquecidaVeo el ibis de bellos modalesQue regresa del estanque atado en mi corazónLas ruedas del sueño encantan a los espléndidos carrilesQue se elevan altísimos sobre las conchas de sus vestidosY el asombro salta de aquí para allá sobre el marVe mi querida aurora no olvides nada de mi vidaToma estas rosas que trepan en el pozo de los espejosToma los latidos de todas las pestañasToma hasta los hilos que sostienen los pasos de las marionetasy de las gotas de aguaArte de los días arte de las nochesEstoy en la ventana muy lejos de una ciudad llena de terrorFuera unos hombres con sombrero de copa se persiguen aintervalos regularesSemejantes a las lluvias que amabaCuando hacía tan buen tiempo«La ira de Dios» es el nombre de un cabaret al que entré ayerEstá escrito sobre la portada blanca con letras más pálidasPero las mujeres-marineros que se deslizan detrás de los cristalesSon demasiado hermosas para tener miedoAquí nunca el cuerpo siempre el asesinato sin pruebasNunca el cielo siempre el silencioNunca La libertad sino por la libertadSilueta de pajaA Max ErnstDame joyas de ahogadasDos pesebresUna cola de caballo y una manía de modistaDespués perdónameNo tengo tiempo de respirarSoy un destinoLa construcción solar me ha retenido hasta ahoraY ahora sólo tengo que dejarme morirPide el baremoAl trote con el puño cerrado sobre mi cabeza que suenaUn fanal en donde se abre una mirada amarillaTambién se abre el sentimientoPero las princesas se agarran al aire puroTengo necesidad de orgulloY de algunas gotas comunesPara calentar la marmita de las flores enmohecidasAl pie de la escaleraDivino pensamiento en el cristal estrellado del cielo azulLa expresión de las bañistas es la muerte del loboTenme por amigaLa amiga de los hogueras y los huronesTe mira en dos vecesLee tus penasMi remo de palisandro hace cantar tus cabellosUn sonido palpable abandona la playaNegra por la cólera de las sepiasY roja junto a la banderolaVioleta NozièresTodas las cortinas del mundo corridas sobre tus ojosEn vanoDelante de su cristal hasta el agotamientoEstirarán el arco maldito de la ascendencia y la descendenciaTú no te pareces a nadie vivo ni muertoMitológica hasta la punta de las uñasTu prisión es la boya a la que se intentan agarrar en su sueñoTodos vuelven ella los abrasaComo se remonta al origen de un perfume en la calleDividen a escondidas tu itinerarioLa bella alumna del liceo Fénelon que amaestraba murciélagos en su pupitreLa nevadilla de la pizarraAlcanza la morada familiar donde se abreUna ventana moral en la nocheLos padres una vez más se santiguan por su hijaHan puesto el cubierto sobre la mesa de operacionesEl buen hombre es negro para mayor verosimilitudMecánico se dice de trenes presidencialesEn un país de miseria donde el jefe supremo del EstadoCuando no viaja a pie por miedo a las bicicletasSólo tiene prisa en tirar de la señal de alarma para ir a retozar en camisa sobre el taludLa excelente mujer ha leído a Corneille en el libro escolar de su hijaMujer francesa lo ha comprendidoLo mismo que su apartamento comprende un singular cuarto de desahogoDonde brilla misteriosamente una prenda íntimaNo es de las que se guardan riéndose veinte francos en la mediaEl billete de mil cosido en el dobladillo de su faldaLe asegura una rigidez precadavéricaLos vecinos están contentosEn todas las partes de la tierraContentos de ser vecinosLa historia diráQue el señor Nozières era un hombre previsorNo sólo porque había ahorrado ciento sesenta y cinco mil francosSino porque había elegido para su hija un nombre en cuya primera partese puede discernir psicoanalíticamente su programaLa biblioteca de cabecera quiero decir la mesilla de nocheNo tiene después de eso más que un valor de ilustraci6nMi padre olvida algunas veces que soy su hijaEl perdidoA la vez teme y sueña traicionarsePalabras encubiertas como una agonía sobre el musgoEl que dice haberlas oído de tu boca desafía a todo lo que vale la penaser desafiadoEsta especie de ánimo es ahora lo únicoQue nos compensa de un montón de rastrojo cerca de uncenador de capuchinasQue ya no existeCenador bello como un cráterPero qué auxilioOtro hombre a quien tú dabas parte de tu angustiaEn un lecho un hombre que te había pedido el favorEl don siempre incomparable de la juventudRecibió tu confidencia entre tus cariciasEra necesario que fuera desconocido ese pasajeroHacia ti sólo supo hacer volar una bofetada en medio de la blanca nocheLo que abandonabasSólo podías perderlo en brazos del azarQue hace tan fluctuantes los fines de siesta de París en torno a la mujeresde ojos de cristal enloquecidoEntregadas al gran deseo anónimoAl cual forma maravillosamente únicamenteSilenciosamente ecoPara nosotros el nombre que tu padre te dio y te arrebatóResbalamos allí donde se posó tu alto tacón de azúcarEs igual que tengan o no la apariencia de no estar conformesAnte tu sexo alado como una flor de las CatacumbasViejos estudiantes periodistas podridos falsos revolucionarios curas juecesAbogados vacilantesSaben muy bien que toda jerarquía termina ahíSin embargo un muchacho te esperaba enigmáticamente enuna terraza de caféEse muchacho que en el Barrio Latino vendía al parecerentretanto La Acción francesaDeja de ser mi enemigo puesto que tú le amabasHubiérais podido vivir juntos aunque sea tan difícil vivir con su amorTe escribió al partir Malvada queridaAl menos es bonitoHasta para el mejor informado el dinero infantil no es más quela espuma de la olaMucho tiempo después de la caballería y de la caballería de los perrosVioletaEl encuentro no será poéticamente más que una mujer sola entre lainhallable espesura del Champs-de-MarsSentada con las piernas en X sobre una silla amarillaTraducción de Manuel Álvarez Ortega
No items found.
No items found.
No items found.
No items found.
Revisitamos la marca que dejó en México el padre del surrealismo.
André Breton visitó México en 1938 y su conclusión fue la siguiente: "No intentes entender a México desde la razón, tendrás más suerte desde lo absurdo, México es el país más surrealista del mundo". Aunque quizás se trató de una anécdota tangencial, la interpretación habitual de la frase se ha convertido en el resumen de su estancia. Y aquello, en palabras de Humberto Beck, "ha dado lugar a un malentendido con la vanguardia", donde México ocupa un lugar emblemático, no por su cultura, sino por su rezago."El país habría atraído a la vanguardia por padecer una forma particular del retraso cultural, como si visitarlo fuera el equivalente espacial de un viaje al inconsciente", escribió para Letras Libres.En defensa del surrealismo a la mexicana, Beck aclara que cuando Breton dijo semejante cosa se refería ante todo al carácter revolucionario del país que descubría. Por su sociedad convulsa y el genio de de sus artistas, México era en aquellos años, a través de las fotografías de Manuel Álvarez Bravo o los grabados de José Guadalupe Posada, una incursión por la libertad en la historia del siglo XX.
Nacido en Normandía, André Breton era un ciudadano del mundo. El Dadaísmo de Tristan Tzara lo atrapó en algún momento de su vida, pero sólo lo suficiente para considerar que era necesario marcar el fin de ese movimiento para cederle el paso a una nueva forma de pensar y de crear. El Manifiesto del Surrealismo, que publicó en 1924, definía esta nueva corriente como un "automatismo psíquico puro por el cual se pretende expresar, ya sea verbalmente, por escrito o de cualquier otra manera, el funcionamiento real del pensamiento. Dictado del pensamiento en ausencia de todo control ejercido por la razón, fuera de cualquier preocupación estética o moral". Propuso así una forma de expresión libre de procesos racionales o juicios de valor. El objetivo era anular las fronteras entre realidad e imaginación, pues en el mundo que él concibió "lo imaginario es aquello que tiende a volverse real".Louis Aragon, Paul Éluard, Robert Desnos, Antonin Artaud y Georges Bataille, se sumaron al llamado desde las letras; Max Ernst, Salvador Dalí, René Magritte y Joan Miró y muchos otros, lo hicieron desde la pintura.André Breton escribía: La mayor debilidad del pensamiento contemporáneo parece residir en la sobreestimación extravagante de lo conocido respecto a lo que queda por conocer.
A 52 años de su muerte y en homenaje a aquella mente expansiva, recordamos al padre del surrealismo con su poesía:La muerte rosaLos pulpos alados guiarán por última vez la barca cuyasvelas están hechas de ese solo día hora a horaEs la velada única tras la cual sentirás subir por tus cabellosel sol blanco y negroDe los calabozos rezumará un licor más fuerte que la muerteCuando se la contempla desde lo alto de un precipicioLos cometas se posarán suavemente en los bosques antesde fulminarlosY todo pasará dentro del amor indivisibleSi el motivo de los ríos nunca desapareceAntes de que sea completamente de noche observarásLa gran pausa de la plataSobre un pescador en flor aparecerán las manosQue escribieron estos versos y que serán husos de plata tambiénY también golondrinas de plata sobre el oficio de la lluviaVerás el horizonte abrirse y de pronto habrá acabado elbeso del espacioPero el miedo ya no existirá más y los cristales del cielo y del marVolarán por el viento con más fuerza que nosotrosQué haré yo con el temblor de tu vozSonríe danzarina alrededor del único lustro que no caeráTrampa del tiempoSubiré los corazones de los hombresPara una suprema lapidaciónMi hambre dará vueltas como un diamante demasiado talladoTrenzará los cabellos de su hijo el fuegoSilencio y vidaPero los nombres de los amantes se olvidaránComo la adónica gota de sangreEn la luz enloquecidaMañana engañarás a tu propia juventudA tu gran juventud luciérnagaLos ecos solos harán moldes de todos los lugares que existieronY en la infinita vegetación transparenteTe pasearás con la celeridadQue se pide a los animales de los bosquesAcaso te desgranes entre mis despojosSin verlos lo mismo que uno se arroja sobre un arma fluctuantePero yo perteneceré al vacío semejante a los PeldañosDe una escalera cuyo movimiento se llama muy penosoPara ti los perfumes desde entonces los perfumes prohibidosLo angélicoBajo el musgo esponjoso y bajo tus pasos que no existenMis sueños serán vanos y formales como el rumor de lospárpados del agua en la sombraMe introduciré en los tuyos para sondear la profundidadde tus lágrimasMis llamadas te dejarán dulcemente vacilanteY en el tren hecho de tortugas de hieloNo tendrás que tirar de la señal de alarmaLlegarás sola a esta playa perdidaDonde una estrella descenderá sobre tus equipajes de arenaMundo en un besoMundo en un besoEl músico con baquetas de avellano cosidas en las mangasApacigua a un enjambre de jóvenes monos-leonesQue descendieron con gran estrépito de la cornisaTodo se vuelve opaco veo pasar la carroza de la nocheArrastrada por los ajolotes de zapatos azulesQue penetra resplandeciente por la violencia que conduce a la tumbaPavimentada de párpados con sus pestañasLa ley del talión utiliza un pueblo de estrellasY tú te matizas para mí de un negro rocíoMientras los horribles bornes mentalesSe hienden en el sentido de la longitudDando paso a unos penachosQue miran al lago próximoLos barrotes del espectáculo están maravillosamente retorcidosUn largo huso de aire atestigua sólo la huida del hombreDe madrugada entre la ilustre alfalfaLa horaSólo es lo que hacen sonar las piezas de oro de la bohemiaEn las aspas de coriariaUna amazona de pie sobre un caballo tordo anaranjado al galopeDesde lejos los brazos están siempre en extensi6n lateralEl rombo polvoriento del forro me recuerdaLa tienda decorada de bisontes azulesPor los indios de la almohadaAfuera el aire se prueba los guantes de muérdagoSobre un mostrador de agua puraMundo en un beso limpioPara mí las escamasLas escamas de la gran tortuga celeste con vientre de hidrófiloQue se debate cada noche en el amorCon la gran tortuga negra la gigantesca escolopendra de raícesNo ha lugarArte de los días arte de las nochesLa balanza de las heridas que se llama PerdonaBalanza roja y sensible al peso de un vuelo de pájaroCuando las amazonas de cuello de nieve con las manos vacíasEmpujan sus carros de vapor sobre los pradosVeo esa balanza sin cesar enloquecidaVeo el ibis de bellos modalesQue regresa del estanque atado en mi corazónLas ruedas del sueño encantan a los espléndidos carrilesQue se elevan altísimos sobre las conchas de sus vestidosY el asombro salta de aquí para allá sobre el marVe mi querida aurora no olvides nada de mi vidaToma estas rosas que trepan en el pozo de los espejosToma los latidos de todas las pestañasToma hasta los hilos que sostienen los pasos de las marionetasy de las gotas de aguaArte de los días arte de las nochesEstoy en la ventana muy lejos de una ciudad llena de terrorFuera unos hombres con sombrero de copa se persiguen aintervalos regularesSemejantes a las lluvias que amabaCuando hacía tan buen tiempo«La ira de Dios» es el nombre de un cabaret al que entré ayerEstá escrito sobre la portada blanca con letras más pálidasPero las mujeres-marineros que se deslizan detrás de los cristalesSon demasiado hermosas para tener miedoAquí nunca el cuerpo siempre el asesinato sin pruebasNunca el cielo siempre el silencioNunca La libertad sino por la libertadSilueta de pajaA Max ErnstDame joyas de ahogadasDos pesebresUna cola de caballo y una manía de modistaDespués perdónameNo tengo tiempo de respirarSoy un destinoLa construcción solar me ha retenido hasta ahoraY ahora sólo tengo que dejarme morirPide el baremoAl trote con el puño cerrado sobre mi cabeza que suenaUn fanal en donde se abre una mirada amarillaTambién se abre el sentimientoPero las princesas se agarran al aire puroTengo necesidad de orgulloY de algunas gotas comunesPara calentar la marmita de las flores enmohecidasAl pie de la escaleraDivino pensamiento en el cristal estrellado del cielo azulLa expresión de las bañistas es la muerte del loboTenme por amigaLa amiga de los hogueras y los huronesTe mira en dos vecesLee tus penasMi remo de palisandro hace cantar tus cabellosUn sonido palpable abandona la playaNegra por la cólera de las sepiasY roja junto a la banderolaVioleta NozièresTodas las cortinas del mundo corridas sobre tus ojosEn vanoDelante de su cristal hasta el agotamientoEstirarán el arco maldito de la ascendencia y la descendenciaTú no te pareces a nadie vivo ni muertoMitológica hasta la punta de las uñasTu prisión es la boya a la que se intentan agarrar en su sueñoTodos vuelven ella los abrasaComo se remonta al origen de un perfume en la calleDividen a escondidas tu itinerarioLa bella alumna del liceo Fénelon que amaestraba murciélagos en su pupitreLa nevadilla de la pizarraAlcanza la morada familiar donde se abreUna ventana moral en la nocheLos padres una vez más se santiguan por su hijaHan puesto el cubierto sobre la mesa de operacionesEl buen hombre es negro para mayor verosimilitudMecánico se dice de trenes presidencialesEn un país de miseria donde el jefe supremo del EstadoCuando no viaja a pie por miedo a las bicicletasSólo tiene prisa en tirar de la señal de alarma para ir a retozar en camisa sobre el taludLa excelente mujer ha leído a Corneille en el libro escolar de su hijaMujer francesa lo ha comprendidoLo mismo que su apartamento comprende un singular cuarto de desahogoDonde brilla misteriosamente una prenda íntimaNo es de las que se guardan riéndose veinte francos en la mediaEl billete de mil cosido en el dobladillo de su faldaLe asegura una rigidez precadavéricaLos vecinos están contentosEn todas las partes de la tierraContentos de ser vecinosLa historia diráQue el señor Nozières era un hombre previsorNo sólo porque había ahorrado ciento sesenta y cinco mil francosSino porque había elegido para su hija un nombre en cuya primera partese puede discernir psicoanalíticamente su programaLa biblioteca de cabecera quiero decir la mesilla de nocheNo tiene después de eso más que un valor de ilustraci6nMi padre olvida algunas veces que soy su hijaEl perdidoA la vez teme y sueña traicionarsePalabras encubiertas como una agonía sobre el musgoEl que dice haberlas oído de tu boca desafía a todo lo que vale la penaser desafiadoEsta especie de ánimo es ahora lo únicoQue nos compensa de un montón de rastrojo cerca de uncenador de capuchinasQue ya no existeCenador bello como un cráterPero qué auxilioOtro hombre a quien tú dabas parte de tu angustiaEn un lecho un hombre que te había pedido el favorEl don siempre incomparable de la juventudRecibió tu confidencia entre tus cariciasEra necesario que fuera desconocido ese pasajeroHacia ti sólo supo hacer volar una bofetada en medio de la blanca nocheLo que abandonabasSólo podías perderlo en brazos del azarQue hace tan fluctuantes los fines de siesta de París en torno a la mujeresde ojos de cristal enloquecidoEntregadas al gran deseo anónimoAl cual forma maravillosamente únicamenteSilenciosamente ecoPara nosotros el nombre que tu padre te dio y te arrebatóResbalamos allí donde se posó tu alto tacón de azúcarEs igual que tengan o no la apariencia de no estar conformesAnte tu sexo alado como una flor de las CatacumbasViejos estudiantes periodistas podridos falsos revolucionarios curas juecesAbogados vacilantesSaben muy bien que toda jerarquía termina ahíSin embargo un muchacho te esperaba enigmáticamente enuna terraza de caféEse muchacho que en el Barrio Latino vendía al parecerentretanto La Acción francesaDeja de ser mi enemigo puesto que tú le amabasHubiérais podido vivir juntos aunque sea tan difícil vivir con su amorTe escribió al partir Malvada queridaAl menos es bonitoHasta para el mejor informado el dinero infantil no es más quela espuma de la olaMucho tiempo después de la caballería y de la caballería de los perrosVioletaEl encuentro no será poéticamente más que una mujer sola entre lainhallable espesura del Champs-de-MarsSentada con las piernas en X sobre una silla amarillaTraducción de Manuel Álvarez Ortega
Revisitamos la marca que dejó en México el padre del surrealismo.
André Breton visitó México en 1938 y su conclusión fue la siguiente: "No intentes entender a México desde la razón, tendrás más suerte desde lo absurdo, México es el país más surrealista del mundo". Aunque quizás se trató de una anécdota tangencial, la interpretación habitual de la frase se ha convertido en el resumen de su estancia. Y aquello, en palabras de Humberto Beck, "ha dado lugar a un malentendido con la vanguardia", donde México ocupa un lugar emblemático, no por su cultura, sino por su rezago."El país habría atraído a la vanguardia por padecer una forma particular del retraso cultural, como si visitarlo fuera el equivalente espacial de un viaje al inconsciente", escribió para Letras Libres.En defensa del surrealismo a la mexicana, Beck aclara que cuando Breton dijo semejante cosa se refería ante todo al carácter revolucionario del país que descubría. Por su sociedad convulsa y el genio de de sus artistas, México era en aquellos años, a través de las fotografías de Manuel Álvarez Bravo o los grabados de José Guadalupe Posada, una incursión por la libertad en la historia del siglo XX.
Nacido en Normandía, André Breton era un ciudadano del mundo. El Dadaísmo de Tristan Tzara lo atrapó en algún momento de su vida, pero sólo lo suficiente para considerar que era necesario marcar el fin de ese movimiento para cederle el paso a una nueva forma de pensar y de crear. El Manifiesto del Surrealismo, que publicó en 1924, definía esta nueva corriente como un "automatismo psíquico puro por el cual se pretende expresar, ya sea verbalmente, por escrito o de cualquier otra manera, el funcionamiento real del pensamiento. Dictado del pensamiento en ausencia de todo control ejercido por la razón, fuera de cualquier preocupación estética o moral". Propuso así una forma de expresión libre de procesos racionales o juicios de valor. El objetivo era anular las fronteras entre realidad e imaginación, pues en el mundo que él concibió "lo imaginario es aquello que tiende a volverse real".Louis Aragon, Paul Éluard, Robert Desnos, Antonin Artaud y Georges Bataille, se sumaron al llamado desde las letras; Max Ernst, Salvador Dalí, René Magritte y Joan Miró y muchos otros, lo hicieron desde la pintura.André Breton escribía: La mayor debilidad del pensamiento contemporáneo parece residir en la sobreestimación extravagante de lo conocido respecto a lo que queda por conocer.
A 52 años de su muerte y en homenaje a aquella mente expansiva, recordamos al padre del surrealismo con su poesía:La muerte rosaLos pulpos alados guiarán por última vez la barca cuyasvelas están hechas de ese solo día hora a horaEs la velada única tras la cual sentirás subir por tus cabellosel sol blanco y negroDe los calabozos rezumará un licor más fuerte que la muerteCuando se la contempla desde lo alto de un precipicioLos cometas se posarán suavemente en los bosques antesde fulminarlosY todo pasará dentro del amor indivisibleSi el motivo de los ríos nunca desapareceAntes de que sea completamente de noche observarásLa gran pausa de la plataSobre un pescador en flor aparecerán las manosQue escribieron estos versos y que serán husos de plata tambiénY también golondrinas de plata sobre el oficio de la lluviaVerás el horizonte abrirse y de pronto habrá acabado elbeso del espacioPero el miedo ya no existirá más y los cristales del cielo y del marVolarán por el viento con más fuerza que nosotrosQué haré yo con el temblor de tu vozSonríe danzarina alrededor del único lustro que no caeráTrampa del tiempoSubiré los corazones de los hombresPara una suprema lapidaciónMi hambre dará vueltas como un diamante demasiado talladoTrenzará los cabellos de su hijo el fuegoSilencio y vidaPero los nombres de los amantes se olvidaránComo la adónica gota de sangreEn la luz enloquecidaMañana engañarás a tu propia juventudA tu gran juventud luciérnagaLos ecos solos harán moldes de todos los lugares que existieronY en la infinita vegetación transparenteTe pasearás con la celeridadQue se pide a los animales de los bosquesAcaso te desgranes entre mis despojosSin verlos lo mismo que uno se arroja sobre un arma fluctuantePero yo perteneceré al vacío semejante a los PeldañosDe una escalera cuyo movimiento se llama muy penosoPara ti los perfumes desde entonces los perfumes prohibidosLo angélicoBajo el musgo esponjoso y bajo tus pasos que no existenMis sueños serán vanos y formales como el rumor de lospárpados del agua en la sombraMe introduciré en los tuyos para sondear la profundidadde tus lágrimasMis llamadas te dejarán dulcemente vacilanteY en el tren hecho de tortugas de hieloNo tendrás que tirar de la señal de alarmaLlegarás sola a esta playa perdidaDonde una estrella descenderá sobre tus equipajes de arenaMundo en un besoMundo en un besoEl músico con baquetas de avellano cosidas en las mangasApacigua a un enjambre de jóvenes monos-leonesQue descendieron con gran estrépito de la cornisaTodo se vuelve opaco veo pasar la carroza de la nocheArrastrada por los ajolotes de zapatos azulesQue penetra resplandeciente por la violencia que conduce a la tumbaPavimentada de párpados con sus pestañasLa ley del talión utiliza un pueblo de estrellasY tú te matizas para mí de un negro rocíoMientras los horribles bornes mentalesSe hienden en el sentido de la longitudDando paso a unos penachosQue miran al lago próximoLos barrotes del espectáculo están maravillosamente retorcidosUn largo huso de aire atestigua sólo la huida del hombreDe madrugada entre la ilustre alfalfaLa horaSólo es lo que hacen sonar las piezas de oro de la bohemiaEn las aspas de coriariaUna amazona de pie sobre un caballo tordo anaranjado al galopeDesde lejos los brazos están siempre en extensi6n lateralEl rombo polvoriento del forro me recuerdaLa tienda decorada de bisontes azulesPor los indios de la almohadaAfuera el aire se prueba los guantes de muérdagoSobre un mostrador de agua puraMundo en un beso limpioPara mí las escamasLas escamas de la gran tortuga celeste con vientre de hidrófiloQue se debate cada noche en el amorCon la gran tortuga negra la gigantesca escolopendra de raícesNo ha lugarArte de los días arte de las nochesLa balanza de las heridas que se llama PerdonaBalanza roja y sensible al peso de un vuelo de pájaroCuando las amazonas de cuello de nieve con las manos vacíasEmpujan sus carros de vapor sobre los pradosVeo esa balanza sin cesar enloquecidaVeo el ibis de bellos modalesQue regresa del estanque atado en mi corazónLas ruedas del sueño encantan a los espléndidos carrilesQue se elevan altísimos sobre las conchas de sus vestidosY el asombro salta de aquí para allá sobre el marVe mi querida aurora no olvides nada de mi vidaToma estas rosas que trepan en el pozo de los espejosToma los latidos de todas las pestañasToma hasta los hilos que sostienen los pasos de las marionetasy de las gotas de aguaArte de los días arte de las nochesEstoy en la ventana muy lejos de una ciudad llena de terrorFuera unos hombres con sombrero de copa se persiguen aintervalos regularesSemejantes a las lluvias que amabaCuando hacía tan buen tiempo«La ira de Dios» es el nombre de un cabaret al que entré ayerEstá escrito sobre la portada blanca con letras más pálidasPero las mujeres-marineros que se deslizan detrás de los cristalesSon demasiado hermosas para tener miedoAquí nunca el cuerpo siempre el asesinato sin pruebasNunca el cielo siempre el silencioNunca La libertad sino por la libertadSilueta de pajaA Max ErnstDame joyas de ahogadasDos pesebresUna cola de caballo y una manía de modistaDespués perdónameNo tengo tiempo de respirarSoy un destinoLa construcción solar me ha retenido hasta ahoraY ahora sólo tengo que dejarme morirPide el baremoAl trote con el puño cerrado sobre mi cabeza que suenaUn fanal en donde se abre una mirada amarillaTambién se abre el sentimientoPero las princesas se agarran al aire puroTengo necesidad de orgulloY de algunas gotas comunesPara calentar la marmita de las flores enmohecidasAl pie de la escaleraDivino pensamiento en el cristal estrellado del cielo azulLa expresión de las bañistas es la muerte del loboTenme por amigaLa amiga de los hogueras y los huronesTe mira en dos vecesLee tus penasMi remo de palisandro hace cantar tus cabellosUn sonido palpable abandona la playaNegra por la cólera de las sepiasY roja junto a la banderolaVioleta NozièresTodas las cortinas del mundo corridas sobre tus ojosEn vanoDelante de su cristal hasta el agotamientoEstirarán el arco maldito de la ascendencia y la descendenciaTú no te pareces a nadie vivo ni muertoMitológica hasta la punta de las uñasTu prisión es la boya a la que se intentan agarrar en su sueñoTodos vuelven ella los abrasaComo se remonta al origen de un perfume en la calleDividen a escondidas tu itinerarioLa bella alumna del liceo Fénelon que amaestraba murciélagos en su pupitreLa nevadilla de la pizarraAlcanza la morada familiar donde se abreUna ventana moral en la nocheLos padres una vez más se santiguan por su hijaHan puesto el cubierto sobre la mesa de operacionesEl buen hombre es negro para mayor verosimilitudMecánico se dice de trenes presidencialesEn un país de miseria donde el jefe supremo del EstadoCuando no viaja a pie por miedo a las bicicletasSólo tiene prisa en tirar de la señal de alarma para ir a retozar en camisa sobre el taludLa excelente mujer ha leído a Corneille en el libro escolar de su hijaMujer francesa lo ha comprendidoLo mismo que su apartamento comprende un singular cuarto de desahogoDonde brilla misteriosamente una prenda íntimaNo es de las que se guardan riéndose veinte francos en la mediaEl billete de mil cosido en el dobladillo de su faldaLe asegura una rigidez precadavéricaLos vecinos están contentosEn todas las partes de la tierraContentos de ser vecinosLa historia diráQue el señor Nozières era un hombre previsorNo sólo porque había ahorrado ciento sesenta y cinco mil francosSino porque había elegido para su hija un nombre en cuya primera partese puede discernir psicoanalíticamente su programaLa biblioteca de cabecera quiero decir la mesilla de nocheNo tiene después de eso más que un valor de ilustraci6nMi padre olvida algunas veces que soy su hijaEl perdidoA la vez teme y sueña traicionarsePalabras encubiertas como una agonía sobre el musgoEl que dice haberlas oído de tu boca desafía a todo lo que vale la penaser desafiadoEsta especie de ánimo es ahora lo únicoQue nos compensa de un montón de rastrojo cerca de uncenador de capuchinasQue ya no existeCenador bello como un cráterPero qué auxilioOtro hombre a quien tú dabas parte de tu angustiaEn un lecho un hombre que te había pedido el favorEl don siempre incomparable de la juventudRecibió tu confidencia entre tus cariciasEra necesario que fuera desconocido ese pasajeroHacia ti sólo supo hacer volar una bofetada en medio de la blanca nocheLo que abandonabasSólo podías perderlo en brazos del azarQue hace tan fluctuantes los fines de siesta de París en torno a la mujeresde ojos de cristal enloquecidoEntregadas al gran deseo anónimoAl cual forma maravillosamente únicamenteSilenciosamente ecoPara nosotros el nombre que tu padre te dio y te arrebatóResbalamos allí donde se posó tu alto tacón de azúcarEs igual que tengan o no la apariencia de no estar conformesAnte tu sexo alado como una flor de las CatacumbasViejos estudiantes periodistas podridos falsos revolucionarios curas juecesAbogados vacilantesSaben muy bien que toda jerarquía termina ahíSin embargo un muchacho te esperaba enigmáticamente enuna terraza de caféEse muchacho que en el Barrio Latino vendía al parecerentretanto La Acción francesaDeja de ser mi enemigo puesto que tú le amabasHubiérais podido vivir juntos aunque sea tan difícil vivir con su amorTe escribió al partir Malvada queridaAl menos es bonitoHasta para el mejor informado el dinero infantil no es más quela espuma de la olaMucho tiempo después de la caballería y de la caballería de los perrosVioletaEl encuentro no será poéticamente más que una mujer sola entre lainhallable espesura del Champs-de-MarsSentada con las piernas en X sobre una silla amarillaTraducción de Manuel Álvarez Ortega
Revisitamos la marca que dejó en México el padre del surrealismo.
André Breton visitó México en 1938 y su conclusión fue la siguiente: "No intentes entender a México desde la razón, tendrás más suerte desde lo absurdo, México es el país más surrealista del mundo". Aunque quizás se trató de una anécdota tangencial, la interpretación habitual de la frase se ha convertido en el resumen de su estancia. Y aquello, en palabras de Humberto Beck, "ha dado lugar a un malentendido con la vanguardia", donde México ocupa un lugar emblemático, no por su cultura, sino por su rezago."El país habría atraído a la vanguardia por padecer una forma particular del retraso cultural, como si visitarlo fuera el equivalente espacial de un viaje al inconsciente", escribió para Letras Libres.En defensa del surrealismo a la mexicana, Beck aclara que cuando Breton dijo semejante cosa se refería ante todo al carácter revolucionario del país que descubría. Por su sociedad convulsa y el genio de de sus artistas, México era en aquellos años, a través de las fotografías de Manuel Álvarez Bravo o los grabados de José Guadalupe Posada, una incursión por la libertad en la historia del siglo XX.
Nacido en Normandía, André Breton era un ciudadano del mundo. El Dadaísmo de Tristan Tzara lo atrapó en algún momento de su vida, pero sólo lo suficiente para considerar que era necesario marcar el fin de ese movimiento para cederle el paso a una nueva forma de pensar y de crear. El Manifiesto del Surrealismo, que publicó en 1924, definía esta nueva corriente como un "automatismo psíquico puro por el cual se pretende expresar, ya sea verbalmente, por escrito o de cualquier otra manera, el funcionamiento real del pensamiento. Dictado del pensamiento en ausencia de todo control ejercido por la razón, fuera de cualquier preocupación estética o moral". Propuso así una forma de expresión libre de procesos racionales o juicios de valor. El objetivo era anular las fronteras entre realidad e imaginación, pues en el mundo que él concibió "lo imaginario es aquello que tiende a volverse real".Louis Aragon, Paul Éluard, Robert Desnos, Antonin Artaud y Georges Bataille, se sumaron al llamado desde las letras; Max Ernst, Salvador Dalí, René Magritte y Joan Miró y muchos otros, lo hicieron desde la pintura.André Breton escribía: La mayor debilidad del pensamiento contemporáneo parece residir en la sobreestimación extravagante de lo conocido respecto a lo que queda por conocer.
A 52 años de su muerte y en homenaje a aquella mente expansiva, recordamos al padre del surrealismo con su poesía:La muerte rosaLos pulpos alados guiarán por última vez la barca cuyasvelas están hechas de ese solo día hora a horaEs la velada única tras la cual sentirás subir por tus cabellosel sol blanco y negroDe los calabozos rezumará un licor más fuerte que la muerteCuando se la contempla desde lo alto de un precipicioLos cometas se posarán suavemente en los bosques antesde fulminarlosY todo pasará dentro del amor indivisibleSi el motivo de los ríos nunca desapareceAntes de que sea completamente de noche observarásLa gran pausa de la plataSobre un pescador en flor aparecerán las manosQue escribieron estos versos y que serán husos de plata tambiénY también golondrinas de plata sobre el oficio de la lluviaVerás el horizonte abrirse y de pronto habrá acabado elbeso del espacioPero el miedo ya no existirá más y los cristales del cielo y del marVolarán por el viento con más fuerza que nosotrosQué haré yo con el temblor de tu vozSonríe danzarina alrededor del único lustro que no caeráTrampa del tiempoSubiré los corazones de los hombresPara una suprema lapidaciónMi hambre dará vueltas como un diamante demasiado talladoTrenzará los cabellos de su hijo el fuegoSilencio y vidaPero los nombres de los amantes se olvidaránComo la adónica gota de sangreEn la luz enloquecidaMañana engañarás a tu propia juventudA tu gran juventud luciérnagaLos ecos solos harán moldes de todos los lugares que existieronY en la infinita vegetación transparenteTe pasearás con la celeridadQue se pide a los animales de los bosquesAcaso te desgranes entre mis despojosSin verlos lo mismo que uno se arroja sobre un arma fluctuantePero yo perteneceré al vacío semejante a los PeldañosDe una escalera cuyo movimiento se llama muy penosoPara ti los perfumes desde entonces los perfumes prohibidosLo angélicoBajo el musgo esponjoso y bajo tus pasos que no existenMis sueños serán vanos y formales como el rumor de lospárpados del agua en la sombraMe introduciré en los tuyos para sondear la profundidadde tus lágrimasMis llamadas te dejarán dulcemente vacilanteY en el tren hecho de tortugas de hieloNo tendrás que tirar de la señal de alarmaLlegarás sola a esta playa perdidaDonde una estrella descenderá sobre tus equipajes de arenaMundo en un besoMundo en un besoEl músico con baquetas de avellano cosidas en las mangasApacigua a un enjambre de jóvenes monos-leonesQue descendieron con gran estrépito de la cornisaTodo se vuelve opaco veo pasar la carroza de la nocheArrastrada por los ajolotes de zapatos azulesQue penetra resplandeciente por la violencia que conduce a la tumbaPavimentada de párpados con sus pestañasLa ley del talión utiliza un pueblo de estrellasY tú te matizas para mí de un negro rocíoMientras los horribles bornes mentalesSe hienden en el sentido de la longitudDando paso a unos penachosQue miran al lago próximoLos barrotes del espectáculo están maravillosamente retorcidosUn largo huso de aire atestigua sólo la huida del hombreDe madrugada entre la ilustre alfalfaLa horaSólo es lo que hacen sonar las piezas de oro de la bohemiaEn las aspas de coriariaUna amazona de pie sobre un caballo tordo anaranjado al galopeDesde lejos los brazos están siempre en extensi6n lateralEl rombo polvoriento del forro me recuerdaLa tienda decorada de bisontes azulesPor los indios de la almohadaAfuera el aire se prueba los guantes de muérdagoSobre un mostrador de agua puraMundo en un beso limpioPara mí las escamasLas escamas de la gran tortuga celeste con vientre de hidrófiloQue se debate cada noche en el amorCon la gran tortuga negra la gigantesca escolopendra de raícesNo ha lugarArte de los días arte de las nochesLa balanza de las heridas que se llama PerdonaBalanza roja y sensible al peso de un vuelo de pájaroCuando las amazonas de cuello de nieve con las manos vacíasEmpujan sus carros de vapor sobre los pradosVeo esa balanza sin cesar enloquecidaVeo el ibis de bellos modalesQue regresa del estanque atado en mi corazónLas ruedas del sueño encantan a los espléndidos carrilesQue se elevan altísimos sobre las conchas de sus vestidosY el asombro salta de aquí para allá sobre el marVe mi querida aurora no olvides nada de mi vidaToma estas rosas que trepan en el pozo de los espejosToma los latidos de todas las pestañasToma hasta los hilos que sostienen los pasos de las marionetasy de las gotas de aguaArte de los días arte de las nochesEstoy en la ventana muy lejos de una ciudad llena de terrorFuera unos hombres con sombrero de copa se persiguen aintervalos regularesSemejantes a las lluvias que amabaCuando hacía tan buen tiempo«La ira de Dios» es el nombre de un cabaret al que entré ayerEstá escrito sobre la portada blanca con letras más pálidasPero las mujeres-marineros que se deslizan detrás de los cristalesSon demasiado hermosas para tener miedoAquí nunca el cuerpo siempre el asesinato sin pruebasNunca el cielo siempre el silencioNunca La libertad sino por la libertadSilueta de pajaA Max ErnstDame joyas de ahogadasDos pesebresUna cola de caballo y una manía de modistaDespués perdónameNo tengo tiempo de respirarSoy un destinoLa construcción solar me ha retenido hasta ahoraY ahora sólo tengo que dejarme morirPide el baremoAl trote con el puño cerrado sobre mi cabeza que suenaUn fanal en donde se abre una mirada amarillaTambién se abre el sentimientoPero las princesas se agarran al aire puroTengo necesidad de orgulloY de algunas gotas comunesPara calentar la marmita de las flores enmohecidasAl pie de la escaleraDivino pensamiento en el cristal estrellado del cielo azulLa expresión de las bañistas es la muerte del loboTenme por amigaLa amiga de los hogueras y los huronesTe mira en dos vecesLee tus penasMi remo de palisandro hace cantar tus cabellosUn sonido palpable abandona la playaNegra por la cólera de las sepiasY roja junto a la banderolaVioleta NozièresTodas las cortinas del mundo corridas sobre tus ojosEn vanoDelante de su cristal hasta el agotamientoEstirarán el arco maldito de la ascendencia y la descendenciaTú no te pareces a nadie vivo ni muertoMitológica hasta la punta de las uñasTu prisión es la boya a la que se intentan agarrar en su sueñoTodos vuelven ella los abrasaComo se remonta al origen de un perfume en la calleDividen a escondidas tu itinerarioLa bella alumna del liceo Fénelon que amaestraba murciélagos en su pupitreLa nevadilla de la pizarraAlcanza la morada familiar donde se abreUna ventana moral en la nocheLos padres una vez más se santiguan por su hijaHan puesto el cubierto sobre la mesa de operacionesEl buen hombre es negro para mayor verosimilitudMecánico se dice de trenes presidencialesEn un país de miseria donde el jefe supremo del EstadoCuando no viaja a pie por miedo a las bicicletasSólo tiene prisa en tirar de la señal de alarma para ir a retozar en camisa sobre el taludLa excelente mujer ha leído a Corneille en el libro escolar de su hijaMujer francesa lo ha comprendidoLo mismo que su apartamento comprende un singular cuarto de desahogoDonde brilla misteriosamente una prenda íntimaNo es de las que se guardan riéndose veinte francos en la mediaEl billete de mil cosido en el dobladillo de su faldaLe asegura una rigidez precadavéricaLos vecinos están contentosEn todas las partes de la tierraContentos de ser vecinosLa historia diráQue el señor Nozières era un hombre previsorNo sólo porque había ahorrado ciento sesenta y cinco mil francosSino porque había elegido para su hija un nombre en cuya primera partese puede discernir psicoanalíticamente su programaLa biblioteca de cabecera quiero decir la mesilla de nocheNo tiene después de eso más que un valor de ilustraci6nMi padre olvida algunas veces que soy su hijaEl perdidoA la vez teme y sueña traicionarsePalabras encubiertas como una agonía sobre el musgoEl que dice haberlas oído de tu boca desafía a todo lo que vale la penaser desafiadoEsta especie de ánimo es ahora lo únicoQue nos compensa de un montón de rastrojo cerca de uncenador de capuchinasQue ya no existeCenador bello como un cráterPero qué auxilioOtro hombre a quien tú dabas parte de tu angustiaEn un lecho un hombre que te había pedido el favorEl don siempre incomparable de la juventudRecibió tu confidencia entre tus cariciasEra necesario que fuera desconocido ese pasajeroHacia ti sólo supo hacer volar una bofetada en medio de la blanca nocheLo que abandonabasSólo podías perderlo en brazos del azarQue hace tan fluctuantes los fines de siesta de París en torno a la mujeresde ojos de cristal enloquecidoEntregadas al gran deseo anónimoAl cual forma maravillosamente únicamenteSilenciosamente ecoPara nosotros el nombre que tu padre te dio y te arrebatóResbalamos allí donde se posó tu alto tacón de azúcarEs igual que tengan o no la apariencia de no estar conformesAnte tu sexo alado como una flor de las CatacumbasViejos estudiantes periodistas podridos falsos revolucionarios curas juecesAbogados vacilantesSaben muy bien que toda jerarquía termina ahíSin embargo un muchacho te esperaba enigmáticamente enuna terraza de caféEse muchacho que en el Barrio Latino vendía al parecerentretanto La Acción francesaDeja de ser mi enemigo puesto que tú le amabasHubiérais podido vivir juntos aunque sea tan difícil vivir con su amorTe escribió al partir Malvada queridaAl menos es bonitoHasta para el mejor informado el dinero infantil no es más quela espuma de la olaMucho tiempo después de la caballería y de la caballería de los perrosVioletaEl encuentro no será poéticamente más que una mujer sola entre lainhallable espesura del Champs-de-MarsSentada con las piernas en X sobre una silla amarillaTraducción de Manuel Álvarez Ortega
Revisitamos la marca que dejó en México el padre del surrealismo.
André Breton visitó México en 1938 y su conclusión fue la siguiente: "No intentes entender a México desde la razón, tendrás más suerte desde lo absurdo, México es el país más surrealista del mundo". Aunque quizás se trató de una anécdota tangencial, la interpretación habitual de la frase se ha convertido en el resumen de su estancia. Y aquello, en palabras de Humberto Beck, "ha dado lugar a un malentendido con la vanguardia", donde México ocupa un lugar emblemático, no por su cultura, sino por su rezago."El país habría atraído a la vanguardia por padecer una forma particular del retraso cultural, como si visitarlo fuera el equivalente espacial de un viaje al inconsciente", escribió para Letras Libres.En defensa del surrealismo a la mexicana, Beck aclara que cuando Breton dijo semejante cosa se refería ante todo al carácter revolucionario del país que descubría. Por su sociedad convulsa y el genio de de sus artistas, México era en aquellos años, a través de las fotografías de Manuel Álvarez Bravo o los grabados de José Guadalupe Posada, una incursión por la libertad en la historia del siglo XX.
Nacido en Normandía, André Breton era un ciudadano del mundo. El Dadaísmo de Tristan Tzara lo atrapó en algún momento de su vida, pero sólo lo suficiente para considerar que era necesario marcar el fin de ese movimiento para cederle el paso a una nueva forma de pensar y de crear. El Manifiesto del Surrealismo, que publicó en 1924, definía esta nueva corriente como un "automatismo psíquico puro por el cual se pretende expresar, ya sea verbalmente, por escrito o de cualquier otra manera, el funcionamiento real del pensamiento. Dictado del pensamiento en ausencia de todo control ejercido por la razón, fuera de cualquier preocupación estética o moral". Propuso así una forma de expresión libre de procesos racionales o juicios de valor. El objetivo era anular las fronteras entre realidad e imaginación, pues en el mundo que él concibió "lo imaginario es aquello que tiende a volverse real".Louis Aragon, Paul Éluard, Robert Desnos, Antonin Artaud y Georges Bataille, se sumaron al llamado desde las letras; Max Ernst, Salvador Dalí, René Magritte y Joan Miró y muchos otros, lo hicieron desde la pintura.André Breton escribía: La mayor debilidad del pensamiento contemporáneo parece residir en la sobreestimación extravagante de lo conocido respecto a lo que queda por conocer.
A 52 años de su muerte y en homenaje a aquella mente expansiva, recordamos al padre del surrealismo con su poesía:La muerte rosaLos pulpos alados guiarán por última vez la barca cuyasvelas están hechas de ese solo día hora a horaEs la velada única tras la cual sentirás subir por tus cabellosel sol blanco y negroDe los calabozos rezumará un licor más fuerte que la muerteCuando se la contempla desde lo alto de un precipicioLos cometas se posarán suavemente en los bosques antesde fulminarlosY todo pasará dentro del amor indivisibleSi el motivo de los ríos nunca desapareceAntes de que sea completamente de noche observarásLa gran pausa de la plataSobre un pescador en flor aparecerán las manosQue escribieron estos versos y que serán husos de plata tambiénY también golondrinas de plata sobre el oficio de la lluviaVerás el horizonte abrirse y de pronto habrá acabado elbeso del espacioPero el miedo ya no existirá más y los cristales del cielo y del marVolarán por el viento con más fuerza que nosotrosQué haré yo con el temblor de tu vozSonríe danzarina alrededor del único lustro que no caeráTrampa del tiempoSubiré los corazones de los hombresPara una suprema lapidaciónMi hambre dará vueltas como un diamante demasiado talladoTrenzará los cabellos de su hijo el fuegoSilencio y vidaPero los nombres de los amantes se olvidaránComo la adónica gota de sangreEn la luz enloquecidaMañana engañarás a tu propia juventudA tu gran juventud luciérnagaLos ecos solos harán moldes de todos los lugares que existieronY en la infinita vegetación transparenteTe pasearás con la celeridadQue se pide a los animales de los bosquesAcaso te desgranes entre mis despojosSin verlos lo mismo que uno se arroja sobre un arma fluctuantePero yo perteneceré al vacío semejante a los PeldañosDe una escalera cuyo movimiento se llama muy penosoPara ti los perfumes desde entonces los perfumes prohibidosLo angélicoBajo el musgo esponjoso y bajo tus pasos que no existenMis sueños serán vanos y formales como el rumor de lospárpados del agua en la sombraMe introduciré en los tuyos para sondear la profundidadde tus lágrimasMis llamadas te dejarán dulcemente vacilanteY en el tren hecho de tortugas de hieloNo tendrás que tirar de la señal de alarmaLlegarás sola a esta playa perdidaDonde una estrella descenderá sobre tus equipajes de arenaMundo en un besoMundo en un besoEl músico con baquetas de avellano cosidas en las mangasApacigua a un enjambre de jóvenes monos-leonesQue descendieron con gran estrépito de la cornisaTodo se vuelve opaco veo pasar la carroza de la nocheArrastrada por los ajolotes de zapatos azulesQue penetra resplandeciente por la violencia que conduce a la tumbaPavimentada de párpados con sus pestañasLa ley del talión utiliza un pueblo de estrellasY tú te matizas para mí de un negro rocíoMientras los horribles bornes mentalesSe hienden en el sentido de la longitudDando paso a unos penachosQue miran al lago próximoLos barrotes del espectáculo están maravillosamente retorcidosUn largo huso de aire atestigua sólo la huida del hombreDe madrugada entre la ilustre alfalfaLa horaSólo es lo que hacen sonar las piezas de oro de la bohemiaEn las aspas de coriariaUna amazona de pie sobre un caballo tordo anaranjado al galopeDesde lejos los brazos están siempre en extensi6n lateralEl rombo polvoriento del forro me recuerdaLa tienda decorada de bisontes azulesPor los indios de la almohadaAfuera el aire se prueba los guantes de muérdagoSobre un mostrador de agua puraMundo en un beso limpioPara mí las escamasLas escamas de la gran tortuga celeste con vientre de hidrófiloQue se debate cada noche en el amorCon la gran tortuga negra la gigantesca escolopendra de raícesNo ha lugarArte de los días arte de las nochesLa balanza de las heridas que se llama PerdonaBalanza roja y sensible al peso de un vuelo de pájaroCuando las amazonas de cuello de nieve con las manos vacíasEmpujan sus carros de vapor sobre los pradosVeo esa balanza sin cesar enloquecidaVeo el ibis de bellos modalesQue regresa del estanque atado en mi corazónLas ruedas del sueño encantan a los espléndidos carrilesQue se elevan altísimos sobre las conchas de sus vestidosY el asombro salta de aquí para allá sobre el marVe mi querida aurora no olvides nada de mi vidaToma estas rosas que trepan en el pozo de los espejosToma los latidos de todas las pestañasToma hasta los hilos que sostienen los pasos de las marionetasy de las gotas de aguaArte de los días arte de las nochesEstoy en la ventana muy lejos de una ciudad llena de terrorFuera unos hombres con sombrero de copa se persiguen aintervalos regularesSemejantes a las lluvias que amabaCuando hacía tan buen tiempo«La ira de Dios» es el nombre de un cabaret al que entré ayerEstá escrito sobre la portada blanca con letras más pálidasPero las mujeres-marineros que se deslizan detrás de los cristalesSon demasiado hermosas para tener miedoAquí nunca el cuerpo siempre el asesinato sin pruebasNunca el cielo siempre el silencioNunca La libertad sino por la libertadSilueta de pajaA Max ErnstDame joyas de ahogadasDos pesebresUna cola de caballo y una manía de modistaDespués perdónameNo tengo tiempo de respirarSoy un destinoLa construcción solar me ha retenido hasta ahoraY ahora sólo tengo que dejarme morirPide el baremoAl trote con el puño cerrado sobre mi cabeza que suenaUn fanal en donde se abre una mirada amarillaTambién se abre el sentimientoPero las princesas se agarran al aire puroTengo necesidad de orgulloY de algunas gotas comunesPara calentar la marmita de las flores enmohecidasAl pie de la escaleraDivino pensamiento en el cristal estrellado del cielo azulLa expresión de las bañistas es la muerte del loboTenme por amigaLa amiga de los hogueras y los huronesTe mira en dos vecesLee tus penasMi remo de palisandro hace cantar tus cabellosUn sonido palpable abandona la playaNegra por la cólera de las sepiasY roja junto a la banderolaVioleta NozièresTodas las cortinas del mundo corridas sobre tus ojosEn vanoDelante de su cristal hasta el agotamientoEstirarán el arco maldito de la ascendencia y la descendenciaTú no te pareces a nadie vivo ni muertoMitológica hasta la punta de las uñasTu prisión es la boya a la que se intentan agarrar en su sueñoTodos vuelven ella los abrasaComo se remonta al origen de un perfume en la calleDividen a escondidas tu itinerarioLa bella alumna del liceo Fénelon que amaestraba murciélagos en su pupitreLa nevadilla de la pizarraAlcanza la morada familiar donde se abreUna ventana moral en la nocheLos padres una vez más se santiguan por su hijaHan puesto el cubierto sobre la mesa de operacionesEl buen hombre es negro para mayor verosimilitudMecánico se dice de trenes presidencialesEn un país de miseria donde el jefe supremo del EstadoCuando no viaja a pie por miedo a las bicicletasSólo tiene prisa en tirar de la señal de alarma para ir a retozar en camisa sobre el taludLa excelente mujer ha leído a Corneille en el libro escolar de su hijaMujer francesa lo ha comprendidoLo mismo que su apartamento comprende un singular cuarto de desahogoDonde brilla misteriosamente una prenda íntimaNo es de las que se guardan riéndose veinte francos en la mediaEl billete de mil cosido en el dobladillo de su faldaLe asegura una rigidez precadavéricaLos vecinos están contentosEn todas las partes de la tierraContentos de ser vecinosLa historia diráQue el señor Nozières era un hombre previsorNo sólo porque había ahorrado ciento sesenta y cinco mil francosSino porque había elegido para su hija un nombre en cuya primera partese puede discernir psicoanalíticamente su programaLa biblioteca de cabecera quiero decir la mesilla de nocheNo tiene después de eso más que un valor de ilustraci6nMi padre olvida algunas veces que soy su hijaEl perdidoA la vez teme y sueña traicionarsePalabras encubiertas como una agonía sobre el musgoEl que dice haberlas oído de tu boca desafía a todo lo que vale la penaser desafiadoEsta especie de ánimo es ahora lo únicoQue nos compensa de un montón de rastrojo cerca de uncenador de capuchinasQue ya no existeCenador bello como un cráterPero qué auxilioOtro hombre a quien tú dabas parte de tu angustiaEn un lecho un hombre que te había pedido el favorEl don siempre incomparable de la juventudRecibió tu confidencia entre tus cariciasEra necesario que fuera desconocido ese pasajeroHacia ti sólo supo hacer volar una bofetada en medio de la blanca nocheLo que abandonabasSólo podías perderlo en brazos del azarQue hace tan fluctuantes los fines de siesta de París en torno a la mujeresde ojos de cristal enloquecidoEntregadas al gran deseo anónimoAl cual forma maravillosamente únicamenteSilenciosamente ecoPara nosotros el nombre que tu padre te dio y te arrebatóResbalamos allí donde se posó tu alto tacón de azúcarEs igual que tengan o no la apariencia de no estar conformesAnte tu sexo alado como una flor de las CatacumbasViejos estudiantes periodistas podridos falsos revolucionarios curas juecesAbogados vacilantesSaben muy bien que toda jerarquía termina ahíSin embargo un muchacho te esperaba enigmáticamente enuna terraza de caféEse muchacho que en el Barrio Latino vendía al parecerentretanto La Acción francesaDeja de ser mi enemigo puesto que tú le amabasHubiérais podido vivir juntos aunque sea tan difícil vivir con su amorTe escribió al partir Malvada queridaAl menos es bonitoHasta para el mejor informado el dinero infantil no es más quela espuma de la olaMucho tiempo después de la caballería y de la caballería de los perrosVioletaEl encuentro no será poéticamente más que una mujer sola entre lainhallable espesura del Champs-de-MarsSentada con las piernas en X sobre una silla amarillaTraducción de Manuel Álvarez Ortega
André Breton visitó México en 1938 y su conclusión fue la siguiente: "No intentes entender a México desde la razón, tendrás más suerte desde lo absurdo, México es el país más surrealista del mundo". Aunque quizás se trató de una anécdota tangencial, la interpretación habitual de la frase se ha convertido en el resumen de su estancia. Y aquello, en palabras de Humberto Beck, "ha dado lugar a un malentendido con la vanguardia", donde México ocupa un lugar emblemático, no por su cultura, sino por su rezago."El país habría atraído a la vanguardia por padecer una forma particular del retraso cultural, como si visitarlo fuera el equivalente espacial de un viaje al inconsciente", escribió para Letras Libres.En defensa del surrealismo a la mexicana, Beck aclara que cuando Breton dijo semejante cosa se refería ante todo al carácter revolucionario del país que descubría. Por su sociedad convulsa y el genio de de sus artistas, México era en aquellos años, a través de las fotografías de Manuel Álvarez Bravo o los grabados de José Guadalupe Posada, una incursión por la libertad en la historia del siglo XX.
Nacido en Normandía, André Breton era un ciudadano del mundo. El Dadaísmo de Tristan Tzara lo atrapó en algún momento de su vida, pero sólo lo suficiente para considerar que era necesario marcar el fin de ese movimiento para cederle el paso a una nueva forma de pensar y de crear. El Manifiesto del Surrealismo, que publicó en 1924, definía esta nueva corriente como un "automatismo psíquico puro por el cual se pretende expresar, ya sea verbalmente, por escrito o de cualquier otra manera, el funcionamiento real del pensamiento. Dictado del pensamiento en ausencia de todo control ejercido por la razón, fuera de cualquier preocupación estética o moral". Propuso así una forma de expresión libre de procesos racionales o juicios de valor. El objetivo era anular las fronteras entre realidad e imaginación, pues en el mundo que él concibió "lo imaginario es aquello que tiende a volverse real".Louis Aragon, Paul Éluard, Robert Desnos, Antonin Artaud y Georges Bataille, se sumaron al llamado desde las letras; Max Ernst, Salvador Dalí, René Magritte y Joan Miró y muchos otros, lo hicieron desde la pintura.André Breton escribía: La mayor debilidad del pensamiento contemporáneo parece residir en la sobreestimación extravagante de lo conocido respecto a lo que queda por conocer.
A 52 años de su muerte y en homenaje a aquella mente expansiva, recordamos al padre del surrealismo con su poesía:La muerte rosaLos pulpos alados guiarán por última vez la barca cuyasvelas están hechas de ese solo día hora a horaEs la velada única tras la cual sentirás subir por tus cabellosel sol blanco y negroDe los calabozos rezumará un licor más fuerte que la muerteCuando se la contempla desde lo alto de un precipicioLos cometas se posarán suavemente en los bosques antesde fulminarlosY todo pasará dentro del amor indivisibleSi el motivo de los ríos nunca desapareceAntes de que sea completamente de noche observarásLa gran pausa de la plataSobre un pescador en flor aparecerán las manosQue escribieron estos versos y que serán husos de plata tambiénY también golondrinas de plata sobre el oficio de la lluviaVerás el horizonte abrirse y de pronto habrá acabado elbeso del espacioPero el miedo ya no existirá más y los cristales del cielo y del marVolarán por el viento con más fuerza que nosotrosQué haré yo con el temblor de tu vozSonríe danzarina alrededor del único lustro que no caeráTrampa del tiempoSubiré los corazones de los hombresPara una suprema lapidaciónMi hambre dará vueltas como un diamante demasiado talladoTrenzará los cabellos de su hijo el fuegoSilencio y vidaPero los nombres de los amantes se olvidaránComo la adónica gota de sangreEn la luz enloquecidaMañana engañarás a tu propia juventudA tu gran juventud luciérnagaLos ecos solos harán moldes de todos los lugares que existieronY en la infinita vegetación transparenteTe pasearás con la celeridadQue se pide a los animales de los bosquesAcaso te desgranes entre mis despojosSin verlos lo mismo que uno se arroja sobre un arma fluctuantePero yo perteneceré al vacío semejante a los PeldañosDe una escalera cuyo movimiento se llama muy penosoPara ti los perfumes desde entonces los perfumes prohibidosLo angélicoBajo el musgo esponjoso y bajo tus pasos que no existenMis sueños serán vanos y formales como el rumor de lospárpados del agua en la sombraMe introduciré en los tuyos para sondear la profundidadde tus lágrimasMis llamadas te dejarán dulcemente vacilanteY en el tren hecho de tortugas de hieloNo tendrás que tirar de la señal de alarmaLlegarás sola a esta playa perdidaDonde una estrella descenderá sobre tus equipajes de arenaMundo en un besoMundo en un besoEl músico con baquetas de avellano cosidas en las mangasApacigua a un enjambre de jóvenes monos-leonesQue descendieron con gran estrépito de la cornisaTodo se vuelve opaco veo pasar la carroza de la nocheArrastrada por los ajolotes de zapatos azulesQue penetra resplandeciente por la violencia que conduce a la tumbaPavimentada de párpados con sus pestañasLa ley del talión utiliza un pueblo de estrellasY tú te matizas para mí de un negro rocíoMientras los horribles bornes mentalesSe hienden en el sentido de la longitudDando paso a unos penachosQue miran al lago próximoLos barrotes del espectáculo están maravillosamente retorcidosUn largo huso de aire atestigua sólo la huida del hombreDe madrugada entre la ilustre alfalfaLa horaSólo es lo que hacen sonar las piezas de oro de la bohemiaEn las aspas de coriariaUna amazona de pie sobre un caballo tordo anaranjado al galopeDesde lejos los brazos están siempre en extensi6n lateralEl rombo polvoriento del forro me recuerdaLa tienda decorada de bisontes azulesPor los indios de la almohadaAfuera el aire se prueba los guantes de muérdagoSobre un mostrador de agua puraMundo en un beso limpioPara mí las escamasLas escamas de la gran tortuga celeste con vientre de hidrófiloQue se debate cada noche en el amorCon la gran tortuga negra la gigantesca escolopendra de raícesNo ha lugarArte de los días arte de las nochesLa balanza de las heridas que se llama PerdonaBalanza roja y sensible al peso de un vuelo de pájaroCuando las amazonas de cuello de nieve con las manos vacíasEmpujan sus carros de vapor sobre los pradosVeo esa balanza sin cesar enloquecidaVeo el ibis de bellos modalesQue regresa del estanque atado en mi corazónLas ruedas del sueño encantan a los espléndidos carrilesQue se elevan altísimos sobre las conchas de sus vestidosY el asombro salta de aquí para allá sobre el marVe mi querida aurora no olvides nada de mi vidaToma estas rosas que trepan en el pozo de los espejosToma los latidos de todas las pestañasToma hasta los hilos que sostienen los pasos de las marionetasy de las gotas de aguaArte de los días arte de las nochesEstoy en la ventana muy lejos de una ciudad llena de terrorFuera unos hombres con sombrero de copa se persiguen aintervalos regularesSemejantes a las lluvias que amabaCuando hacía tan buen tiempo«La ira de Dios» es el nombre de un cabaret al que entré ayerEstá escrito sobre la portada blanca con letras más pálidasPero las mujeres-marineros que se deslizan detrás de los cristalesSon demasiado hermosas para tener miedoAquí nunca el cuerpo siempre el asesinato sin pruebasNunca el cielo siempre el silencioNunca La libertad sino por la libertadSilueta de pajaA Max ErnstDame joyas de ahogadasDos pesebresUna cola de caballo y una manía de modistaDespués perdónameNo tengo tiempo de respirarSoy un destinoLa construcción solar me ha retenido hasta ahoraY ahora sólo tengo que dejarme morirPide el baremoAl trote con el puño cerrado sobre mi cabeza que suenaUn fanal en donde se abre una mirada amarillaTambién se abre el sentimientoPero las princesas se agarran al aire puroTengo necesidad de orgulloY de algunas gotas comunesPara calentar la marmita de las flores enmohecidasAl pie de la escaleraDivino pensamiento en el cristal estrellado del cielo azulLa expresión de las bañistas es la muerte del loboTenme por amigaLa amiga de los hogueras y los huronesTe mira en dos vecesLee tus penasMi remo de palisandro hace cantar tus cabellosUn sonido palpable abandona la playaNegra por la cólera de las sepiasY roja junto a la banderolaVioleta NozièresTodas las cortinas del mundo corridas sobre tus ojosEn vanoDelante de su cristal hasta el agotamientoEstirarán el arco maldito de la ascendencia y la descendenciaTú no te pareces a nadie vivo ni muertoMitológica hasta la punta de las uñasTu prisión es la boya a la que se intentan agarrar en su sueñoTodos vuelven ella los abrasaComo se remonta al origen de un perfume en la calleDividen a escondidas tu itinerarioLa bella alumna del liceo Fénelon que amaestraba murciélagos en su pupitreLa nevadilla de la pizarraAlcanza la morada familiar donde se abreUna ventana moral en la nocheLos padres una vez más se santiguan por su hijaHan puesto el cubierto sobre la mesa de operacionesEl buen hombre es negro para mayor verosimilitudMecánico se dice de trenes presidencialesEn un país de miseria donde el jefe supremo del EstadoCuando no viaja a pie por miedo a las bicicletasSólo tiene prisa en tirar de la señal de alarma para ir a retozar en camisa sobre el taludLa excelente mujer ha leído a Corneille en el libro escolar de su hijaMujer francesa lo ha comprendidoLo mismo que su apartamento comprende un singular cuarto de desahogoDonde brilla misteriosamente una prenda íntimaNo es de las que se guardan riéndose veinte francos en la mediaEl billete de mil cosido en el dobladillo de su faldaLe asegura una rigidez precadavéricaLos vecinos están contentosEn todas las partes de la tierraContentos de ser vecinosLa historia diráQue el señor Nozières era un hombre previsorNo sólo porque había ahorrado ciento sesenta y cinco mil francosSino porque había elegido para su hija un nombre en cuya primera partese puede discernir psicoanalíticamente su programaLa biblioteca de cabecera quiero decir la mesilla de nocheNo tiene después de eso más que un valor de ilustraci6nMi padre olvida algunas veces que soy su hijaEl perdidoA la vez teme y sueña traicionarsePalabras encubiertas como una agonía sobre el musgoEl que dice haberlas oído de tu boca desafía a todo lo que vale la penaser desafiadoEsta especie de ánimo es ahora lo únicoQue nos compensa de un montón de rastrojo cerca de uncenador de capuchinasQue ya no existeCenador bello como un cráterPero qué auxilioOtro hombre a quien tú dabas parte de tu angustiaEn un lecho un hombre que te había pedido el favorEl don siempre incomparable de la juventudRecibió tu confidencia entre tus cariciasEra necesario que fuera desconocido ese pasajeroHacia ti sólo supo hacer volar una bofetada en medio de la blanca nocheLo que abandonabasSólo podías perderlo en brazos del azarQue hace tan fluctuantes los fines de siesta de París en torno a la mujeresde ojos de cristal enloquecidoEntregadas al gran deseo anónimoAl cual forma maravillosamente únicamenteSilenciosamente ecoPara nosotros el nombre que tu padre te dio y te arrebatóResbalamos allí donde se posó tu alto tacón de azúcarEs igual que tengan o no la apariencia de no estar conformesAnte tu sexo alado como una flor de las CatacumbasViejos estudiantes periodistas podridos falsos revolucionarios curas juecesAbogados vacilantesSaben muy bien que toda jerarquía termina ahíSin embargo un muchacho te esperaba enigmáticamente enuna terraza de caféEse muchacho que en el Barrio Latino vendía al parecerentretanto La Acción francesaDeja de ser mi enemigo puesto que tú le amabasHubiérais podido vivir juntos aunque sea tan difícil vivir con su amorTe escribió al partir Malvada queridaAl menos es bonitoHasta para el mejor informado el dinero infantil no es más quela espuma de la olaMucho tiempo después de la caballería y de la caballería de los perrosVioletaEl encuentro no será poéticamente más que una mujer sola entre lainhallable espesura del Champs-de-MarsSentada con las piernas en X sobre una silla amarillaTraducción de Manuel Álvarez Ortega
No items found.