El martes 19 de junio las noticias amanecieron plagadas de terrorismo político, de maltrato, de injusticias y de racismo. La conversación empezó desde la tarde anterior, cuando la agencia de noticias independiente ProPublica difundió en su página un audio en el que se escucha a niños que habían sido separados de sus padres, llorar desesperadamente preguntando por ellos. La respuesta de los agentes de migración ante su sufrimiento fue ésta: “Bueno aquí tenemos una orquesta. Lo que falta es un director”, se le escucha decir a uno de ellos.[caption id="attachment_212776" align="aligncenter" width="715"]
Mientras su madre es cateada, una niña hondureña de dos años llora al ser detenidas cerca de la frontera México-EUA el 12 de junio del 2018 en McAllen, Tx. Ellas llegaron ahí después de cruzar el Río Bravo en búsqueda de asilo. Foto de John Moore (Getty Images)[/caption]
En abril, el gobierno estadounidense anunció una política de “cero tolerancia” ante los inmigrantes. Eso significa que en cuanto son detenidos se les procesa como criminales, mientras que con la política anterior eran liberados en tanto revisaban su estado migratorio. Esta es la razón por la que cientos de niños, que no pueden ir con sus padres a las cárceles federales, quedan abandonados y a merced de agentes migratorios que han recurrido incluso a encerrarlos en jaulas. “Esta administración ha decidido aplicar la ley de la forma más extrema. Han decidido procesar a todos y eso deriva en la necesidad de separar familias. La culpa debe de ser asignada a las recientes decisiones de la administación de Trump”, explica para CBS News Doris Meissner, directora del Programa de Política de Inmigraciones, en el Instituto de Políticas Migratorias.
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Sin embargo, el presidente Trump argumenta que la culpa de que esto suceda es de los demócratas: “Lo odio, odio que los niños estén siendo separados de sus padres. Los demócratas tienen que cambiar su ley, esa es su ley”. Los expertos en migración niegan que eso sea verdad. No hay ninguna ley que exija el juicio criminal de las personas que cruzan la frontera sin documentos y que por lo tanto se deba de separar a los hijos de sus padres. Esas prácticas fueron establecidas por la administración de Trump.
Democrats are the problem. They don’t care about crime and want illegal immigrants, no matter how bad they may be, to pour into and infest our Country, like MS-13. They can’t win on their terrible policies, so they view them as potential voters!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 19 de junio de 2018
“Los niños están siendo usados por algunos de los peores criminales en la tierra como una forma de entrar a nuestro país”, escribió Trump en su red social favorita, para deslindarse del problema.
Children are being used by some of the worst criminals on earth as a means to enter our country. Has anyone been looking at the Crime taking place south of the border. It is historic, with some countries the most dangerous places in the world. Not going to happen in the U.S.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 18 de junio de 2018
En las pasadas seis semanas alrededor de 2 mil niños han sido separados de sus padres y colocados en refugios y campamentos de migrantes, con condiciones completamente inadecuadas para hospedar niños (o cualquier persona), por mucho más que unas cuantas horas. Hay chicos que han pasado ahí más de cuatro semanas y hay más de cien que son menores de cuatro años.El Fiscal General Jeff Sessions se escudó tras el Estado de Derecho para justificar una política que especialistas del mundo entero han calificado de inhumana. “No podemos y no incitaremos a la gente a traer niños, dándoles inmunidad general de nuestras leyes”, dijo.[caption id="attachment_212775" align="aligncenter" width="715"]
Inmigrantes centroamericanos que llegaron en búsqueda de asilo esperan a que la Policía Fronteriza los ponga en custiodia el 12 de junio del 2018 cerca de McAllen, Tx. Foto de John Moore (Getty Images)[/caption]En los últimos días las autoridades fronterizas han permitido algunas visitas a los centros de detención, pero las cámaras están fuertemente controladas y los niños tienen prohibido hablar con la prensa. Aunque varias organizaciones civiles y figuras políticas han demandado abiertamente que el presidente Donald Trump solucione esta crisis, nada ha cambiado. Hasta el momento, su postura se reduce a decir que, para que la situación cambie, los migrantes tienen que detener su camino hacia Estados Unidos, aún a pesar de que cientos de ellos llegan a ese país pidiendo asilo político, huyendo de la violencia que somete a los países al sur de Estados Unidos.Para ayudar a estos niños y sus familias haz click aquí.