Mientras que las ciudades impulsan la producción artística, que parece avanzar de manera apresurada en un mercado saturado, los ambientes lejanos a aquéllas están permitiendo a los creadores darse un respiro y crear de maneras diferentes. Tenemos el caso de la industria de la moda que reinterpreta aspectos del pasado en un ejercicio de constante análisis.
Cancino nació mucho antes de presentarse como marca, entre la selva y el boscaje de Chiapas, entre las prácticas tradicionales y el trabajo de investigación de su creador, Francisco Cancino, un diseñador de Tuxtla Gutiérrez, de 36 años de edad. Desde su infancia, su contigüidad con los Altos de Chiapas y el contacto cotidiano con las comunidades indígenas de la región agudizaron su entendimiento del diseño y el arte. Chiapas es el segundo estado con mayor presencia indígena en México, por lo que Francisco creció observando el trabajo artesanal de estos pueblos y sus procesos de manufactura. No es de extrañarse que al centro de su trabajo se encuentre la estética indígena de esta región, aunque reelaborada. Recuperar esta influencia para, en conjunto, crear algo innovador se ha convertido en la piedra angular de su trabajo.[caption id="attachment_261077" align="aligncenter" width="539"]
Fotografía cortesía de Cancino.[/caption]Un recuerdo de niñez de Francisco Cancino es cuando descubrió que muchos artesanos elaboraban su propia ropa: “Sentí que se trataba de un acto anecdótico el que esas piezas existieran, porque tenían que ver con el entorno de la comunidad”, dice al respecto. Sus inicios fueron autodidactas: se involucró en la costura, el patronaje y el lenguaje del bordado. Más tarde, estudió Diseño Gráfico en Chiapas y Diseño de Modas en la Ciudad de México. “La idea central de mi línea de trabajo es mostrar a mi país: su pasado, su presente, lo moderno, lo tradicional, lo artístico y lo artesanal. Ése es el eje motor de las colecciones. Quiero que, cuando la gente vea mi trabajo, se acuerde de algún color, olor o experiencia vivida y que sea claro que viene de aquí”, apunta Cancino.[read more][caption id="attachment_261078" align="aligncenter" width="539"]
Fotografía cortesía de Cancino.[/caption]En 2019, la marca que lleva su apellido surgió como consecuencia de su exhaustiva documentación sobre la cultura de la indumentaria textil en México; este análisis le permitió comprender la vestimenta tradicional como supeditada a los ciclos naturales de la tierra. Tras el término de un episodio determinante en su carrera profesional, con su salida de Yakampot y a través de un largo proceso de observación, el autor de hasta ahora tres colecciones —Atl: agua, Tierra y La región más transparente del aire— eligió los cuatro elementos de la naturaleza para retomar su creatividad y desplegar una pro puesta de diseño profundamente reflexiva. Su fantasía de crear ropa por medio de los signos y los símbolos resultan en lo que él describe como: “una semiótica personal que me permite contar mi historia de vida desde la vestimenta”.[caption id="attachment_261079" align="aligncenter" width="539"]
Fotografía cortesía de Cancino.[/caption]Las prendas de Cancino son un híbrido entre piezas statement y piezas más cercanas a la tendencia, pero que también cumplen un deseo de atemporalidad a través del equilibrio entre los materiales y una fabricación que busca la perduración de la ropa y reducir la producción de residuos en su manufactura. En el dibujo de una nueva etapa en su carrera, con una última entrega en proceso, dice: “Me imaginé esto como algo muy puro, muy plausible y honesto”. Su más reciente cápsula, La región más transparente del aire, toma la manta y la lana de telar de pedal tlaxcalteca, tejidos insignes de la marca, para delinear modelos con terminaciones acampana das y líneas sobrias que evocan al movimiento cauteloso del viento.[caption id="attachment_261080" align="aligncenter" width="539"]
Fotografía cortesía de Cancino.[/caption]El estilo de Cancino ha cimentado su nombre como uno de los más relevantes de la industria de la moda mexicana. Sobre la construcción identitaria de su firma, que surge a la par del concepto de sus primeras colecciones, el diseñador concluye: “Me he dado el tiempo de ir escuchando mi voz interior, lo que quiero hacer. Estos años van a servir para definir con mucha exactitud hacia dónde va a ir el camino de Cancino”.[/read]
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Mientras que las ciudades impulsan la producción artística, que parece avanzar de manera apresurada en un mercado saturado, los ambientes lejanos a aquéllas están permitiendo a los creadores darse un respiro y crear de maneras diferentes. Tenemos el caso de la industria de la moda que reinterpreta aspectos del pasado en un ejercicio de constante análisis.
Cancino nació mucho antes de presentarse como marca, entre la selva y el boscaje de Chiapas, entre las prácticas tradicionales y el trabajo de investigación de su creador, Francisco Cancino, un diseñador de Tuxtla Gutiérrez, de 36 años de edad. Desde su infancia, su contigüidad con los Altos de Chiapas y el contacto cotidiano con las comunidades indígenas de la región agudizaron su entendimiento del diseño y el arte. Chiapas es el segundo estado con mayor presencia indígena en México, por lo que Francisco creció observando el trabajo artesanal de estos pueblos y sus procesos de manufactura. No es de extrañarse que al centro de su trabajo se encuentre la estética indígena de esta región, aunque reelaborada. Recuperar esta influencia para, en conjunto, crear algo innovador se ha convertido en la piedra angular de su trabajo.[caption id="attachment_261077" align="aligncenter" width="539"]
Fotografía cortesía de Cancino.[/caption]Un recuerdo de niñez de Francisco Cancino es cuando descubrió que muchos artesanos elaboraban su propia ropa: “Sentí que se trataba de un acto anecdótico el que esas piezas existieran, porque tenían que ver con el entorno de la comunidad”, dice al respecto. Sus inicios fueron autodidactas: se involucró en la costura, el patronaje y el lenguaje del bordado. Más tarde, estudió Diseño Gráfico en Chiapas y Diseño de Modas en la Ciudad de México. “La idea central de mi línea de trabajo es mostrar a mi país: su pasado, su presente, lo moderno, lo tradicional, lo artístico y lo artesanal. Ése es el eje motor de las colecciones. Quiero que, cuando la gente vea mi trabajo, se acuerde de algún color, olor o experiencia vivida y que sea claro que viene de aquí”, apunta Cancino.[read more][caption id="attachment_261078" align="aligncenter" width="539"]
Fotografía cortesía de Cancino.[/caption]En 2019, la marca que lleva su apellido surgió como consecuencia de su exhaustiva documentación sobre la cultura de la indumentaria textil en México; este análisis le permitió comprender la vestimenta tradicional como supeditada a los ciclos naturales de la tierra. Tras el término de un episodio determinante en su carrera profesional, con su salida de Yakampot y a través de un largo proceso de observación, el autor de hasta ahora tres colecciones —Atl: agua, Tierra y La región más transparente del aire— eligió los cuatro elementos de la naturaleza para retomar su creatividad y desplegar una pro puesta de diseño profundamente reflexiva. Su fantasía de crear ropa por medio de los signos y los símbolos resultan en lo que él describe como: “una semiótica personal que me permite contar mi historia de vida desde la vestimenta”.[caption id="attachment_261079" align="aligncenter" width="539"]
Fotografía cortesía de Cancino.[/caption]Las prendas de Cancino son un híbrido entre piezas statement y piezas más cercanas a la tendencia, pero que también cumplen un deseo de atemporalidad a través del equilibrio entre los materiales y una fabricación que busca la perduración de la ropa y reducir la producción de residuos en su manufactura. En el dibujo de una nueva etapa en su carrera, con una última entrega en proceso, dice: “Me imaginé esto como algo muy puro, muy plausible y honesto”. Su más reciente cápsula, La región más transparente del aire, toma la manta y la lana de telar de pedal tlaxcalteca, tejidos insignes de la marca, para delinear modelos con terminaciones acampana das y líneas sobrias que evocan al movimiento cauteloso del viento.[caption id="attachment_261080" align="aligncenter" width="539"]
Fotografía cortesía de Cancino.[/caption]El estilo de Cancino ha cimentado su nombre como uno de los más relevantes de la industria de la moda mexicana. Sobre la construcción identitaria de su firma, que surge a la par del concepto de sus primeras colecciones, el diseñador concluye: “Me he dado el tiempo de ir escuchando mi voz interior, lo que quiero hacer. Estos años van a servir para definir con mucha exactitud hacia dónde va a ir el camino de Cancino”.[/read]
Mientras que las ciudades impulsan la producción artística, que parece avanzar de manera apresurada en un mercado saturado, los ambientes lejanos a aquéllas están permitiendo a los creadores darse un respiro y crear de maneras diferentes. Tenemos el caso de la industria de la moda que reinterpreta aspectos del pasado en un ejercicio de constante análisis.
Cancino nació mucho antes de presentarse como marca, entre la selva y el boscaje de Chiapas, entre las prácticas tradicionales y el trabajo de investigación de su creador, Francisco Cancino, un diseñador de Tuxtla Gutiérrez, de 36 años de edad. Desde su infancia, su contigüidad con los Altos de Chiapas y el contacto cotidiano con las comunidades indígenas de la región agudizaron su entendimiento del diseño y el arte. Chiapas es el segundo estado con mayor presencia indígena en México, por lo que Francisco creció observando el trabajo artesanal de estos pueblos y sus procesos de manufactura. No es de extrañarse que al centro de su trabajo se encuentre la estética indígena de esta región, aunque reelaborada. Recuperar esta influencia para, en conjunto, crear algo innovador se ha convertido en la piedra angular de su trabajo.[caption id="attachment_261077" align="aligncenter" width="539"]
Fotografía cortesía de Cancino.[/caption]Un recuerdo de niñez de Francisco Cancino es cuando descubrió que muchos artesanos elaboraban su propia ropa: “Sentí que se trataba de un acto anecdótico el que esas piezas existieran, porque tenían que ver con el entorno de la comunidad”, dice al respecto. Sus inicios fueron autodidactas: se involucró en la costura, el patronaje y el lenguaje del bordado. Más tarde, estudió Diseño Gráfico en Chiapas y Diseño de Modas en la Ciudad de México. “La idea central de mi línea de trabajo es mostrar a mi país: su pasado, su presente, lo moderno, lo tradicional, lo artístico y lo artesanal. Ése es el eje motor de las colecciones. Quiero que, cuando la gente vea mi trabajo, se acuerde de algún color, olor o experiencia vivida y que sea claro que viene de aquí”, apunta Cancino.[read more][caption id="attachment_261078" align="aligncenter" width="539"]
Fotografía cortesía de Cancino.[/caption]En 2019, la marca que lleva su apellido surgió como consecuencia de su exhaustiva documentación sobre la cultura de la indumentaria textil en México; este análisis le permitió comprender la vestimenta tradicional como supeditada a los ciclos naturales de la tierra. Tras el término de un episodio determinante en su carrera profesional, con su salida de Yakampot y a través de un largo proceso de observación, el autor de hasta ahora tres colecciones —Atl: agua, Tierra y La región más transparente del aire— eligió los cuatro elementos de la naturaleza para retomar su creatividad y desplegar una pro puesta de diseño profundamente reflexiva. Su fantasía de crear ropa por medio de los signos y los símbolos resultan en lo que él describe como: “una semiótica personal que me permite contar mi historia de vida desde la vestimenta”.[caption id="attachment_261079" align="aligncenter" width="539"]
Fotografía cortesía de Cancino.[/caption]Las prendas de Cancino son un híbrido entre piezas statement y piezas más cercanas a la tendencia, pero que también cumplen un deseo de atemporalidad a través del equilibrio entre los materiales y una fabricación que busca la perduración de la ropa y reducir la producción de residuos en su manufactura. En el dibujo de una nueva etapa en su carrera, con una última entrega en proceso, dice: “Me imaginé esto como algo muy puro, muy plausible y honesto”. Su más reciente cápsula, La región más transparente del aire, toma la manta y la lana de telar de pedal tlaxcalteca, tejidos insignes de la marca, para delinear modelos con terminaciones acampana das y líneas sobrias que evocan al movimiento cauteloso del viento.[caption id="attachment_261080" align="aligncenter" width="539"]
Fotografía cortesía de Cancino.[/caption]El estilo de Cancino ha cimentado su nombre como uno de los más relevantes de la industria de la moda mexicana. Sobre la construcción identitaria de su firma, que surge a la par del concepto de sus primeras colecciones, el diseñador concluye: “Me he dado el tiempo de ir escuchando mi voz interior, lo que quiero hacer. Estos años van a servir para definir con mucha exactitud hacia dónde va a ir el camino de Cancino”.[/read]
Mientras que las ciudades impulsan la producción artística, que parece avanzar de manera apresurada en un mercado saturado, los ambientes lejanos a aquéllas están permitiendo a los creadores darse un respiro y crear de maneras diferentes. Tenemos el caso de la industria de la moda que reinterpreta aspectos del pasado en un ejercicio de constante análisis.
Cancino nació mucho antes de presentarse como marca, entre la selva y el boscaje de Chiapas, entre las prácticas tradicionales y el trabajo de investigación de su creador, Francisco Cancino, un diseñador de Tuxtla Gutiérrez, de 36 años de edad. Desde su infancia, su contigüidad con los Altos de Chiapas y el contacto cotidiano con las comunidades indígenas de la región agudizaron su entendimiento del diseño y el arte. Chiapas es el segundo estado con mayor presencia indígena en México, por lo que Francisco creció observando el trabajo artesanal de estos pueblos y sus procesos de manufactura. No es de extrañarse que al centro de su trabajo se encuentre la estética indígena de esta región, aunque reelaborada. Recuperar esta influencia para, en conjunto, crear algo innovador se ha convertido en la piedra angular de su trabajo.[caption id="attachment_261077" align="aligncenter" width="539"]
Fotografía cortesía de Cancino.[/caption]Un recuerdo de niñez de Francisco Cancino es cuando descubrió que muchos artesanos elaboraban su propia ropa: “Sentí que se trataba de un acto anecdótico el que esas piezas existieran, porque tenían que ver con el entorno de la comunidad”, dice al respecto. Sus inicios fueron autodidactas: se involucró en la costura, el patronaje y el lenguaje del bordado. Más tarde, estudió Diseño Gráfico en Chiapas y Diseño de Modas en la Ciudad de México. “La idea central de mi línea de trabajo es mostrar a mi país: su pasado, su presente, lo moderno, lo tradicional, lo artístico y lo artesanal. Ése es el eje motor de las colecciones. Quiero que, cuando la gente vea mi trabajo, se acuerde de algún color, olor o experiencia vivida y que sea claro que viene de aquí”, apunta Cancino.[read more][caption id="attachment_261078" align="aligncenter" width="539"]
Fotografía cortesía de Cancino.[/caption]En 2019, la marca que lleva su apellido surgió como consecuencia de su exhaustiva documentación sobre la cultura de la indumentaria textil en México; este análisis le permitió comprender la vestimenta tradicional como supeditada a los ciclos naturales de la tierra. Tras el término de un episodio determinante en su carrera profesional, con su salida de Yakampot y a través de un largo proceso de observación, el autor de hasta ahora tres colecciones —Atl: agua, Tierra y La región más transparente del aire— eligió los cuatro elementos de la naturaleza para retomar su creatividad y desplegar una pro puesta de diseño profundamente reflexiva. Su fantasía de crear ropa por medio de los signos y los símbolos resultan en lo que él describe como: “una semiótica personal que me permite contar mi historia de vida desde la vestimenta”.[caption id="attachment_261079" align="aligncenter" width="539"]
Fotografía cortesía de Cancino.[/caption]Las prendas de Cancino son un híbrido entre piezas statement y piezas más cercanas a la tendencia, pero que también cumplen un deseo de atemporalidad a través del equilibrio entre los materiales y una fabricación que busca la perduración de la ropa y reducir la producción de residuos en su manufactura. En el dibujo de una nueva etapa en su carrera, con una última entrega en proceso, dice: “Me imaginé esto como algo muy puro, muy plausible y honesto”. Su más reciente cápsula, La región más transparente del aire, toma la manta y la lana de telar de pedal tlaxcalteca, tejidos insignes de la marca, para delinear modelos con terminaciones acampana das y líneas sobrias que evocan al movimiento cauteloso del viento.[caption id="attachment_261080" align="aligncenter" width="539"]
Fotografía cortesía de Cancino.[/caption]El estilo de Cancino ha cimentado su nombre como uno de los más relevantes de la industria de la moda mexicana. Sobre la construcción identitaria de su firma, que surge a la par del concepto de sus primeras colecciones, el diseñador concluye: “Me he dado el tiempo de ir escuchando mi voz interior, lo que quiero hacer. Estos años van a servir para definir con mucha exactitud hacia dónde va a ir el camino de Cancino”.[/read]
Mientras que las ciudades impulsan la producción artística, que parece avanzar de manera apresurada en un mercado saturado, los ambientes lejanos a aquéllas están permitiendo a los creadores darse un respiro y crear de maneras diferentes. Tenemos el caso de la industria de la moda que reinterpreta aspectos del pasado en un ejercicio de constante análisis.
Cancino nació mucho antes de presentarse como marca, entre la selva y el boscaje de Chiapas, entre las prácticas tradicionales y el trabajo de investigación de su creador, Francisco Cancino, un diseñador de Tuxtla Gutiérrez, de 36 años de edad. Desde su infancia, su contigüidad con los Altos de Chiapas y el contacto cotidiano con las comunidades indígenas de la región agudizaron su entendimiento del diseño y el arte. Chiapas es el segundo estado con mayor presencia indígena en México, por lo que Francisco creció observando el trabajo artesanal de estos pueblos y sus procesos de manufactura. No es de extrañarse que al centro de su trabajo se encuentre la estética indígena de esta región, aunque reelaborada. Recuperar esta influencia para, en conjunto, crear algo innovador se ha convertido en la piedra angular de su trabajo.[caption id="attachment_261077" align="aligncenter" width="539"]
Fotografía cortesía de Cancino.[/caption]Un recuerdo de niñez de Francisco Cancino es cuando descubrió que muchos artesanos elaboraban su propia ropa: “Sentí que se trataba de un acto anecdótico el que esas piezas existieran, porque tenían que ver con el entorno de la comunidad”, dice al respecto. Sus inicios fueron autodidactas: se involucró en la costura, el patronaje y el lenguaje del bordado. Más tarde, estudió Diseño Gráfico en Chiapas y Diseño de Modas en la Ciudad de México. “La idea central de mi línea de trabajo es mostrar a mi país: su pasado, su presente, lo moderno, lo tradicional, lo artístico y lo artesanal. Ése es el eje motor de las colecciones. Quiero que, cuando la gente vea mi trabajo, se acuerde de algún color, olor o experiencia vivida y que sea claro que viene de aquí”, apunta Cancino.[read more][caption id="attachment_261078" align="aligncenter" width="539"]
Fotografía cortesía de Cancino.[/caption]En 2019, la marca que lleva su apellido surgió como consecuencia de su exhaustiva documentación sobre la cultura de la indumentaria textil en México; este análisis le permitió comprender la vestimenta tradicional como supeditada a los ciclos naturales de la tierra. Tras el término de un episodio determinante en su carrera profesional, con su salida de Yakampot y a través de un largo proceso de observación, el autor de hasta ahora tres colecciones —Atl: agua, Tierra y La región más transparente del aire— eligió los cuatro elementos de la naturaleza para retomar su creatividad y desplegar una pro puesta de diseño profundamente reflexiva. Su fantasía de crear ropa por medio de los signos y los símbolos resultan en lo que él describe como: “una semiótica personal que me permite contar mi historia de vida desde la vestimenta”.[caption id="attachment_261079" align="aligncenter" width="539"]
Fotografía cortesía de Cancino.[/caption]Las prendas de Cancino son un híbrido entre piezas statement y piezas más cercanas a la tendencia, pero que también cumplen un deseo de atemporalidad a través del equilibrio entre los materiales y una fabricación que busca la perduración de la ropa y reducir la producción de residuos en su manufactura. En el dibujo de una nueva etapa en su carrera, con una última entrega en proceso, dice: “Me imaginé esto como algo muy puro, muy plausible y honesto”. Su más reciente cápsula, La región más transparente del aire, toma la manta y la lana de telar de pedal tlaxcalteca, tejidos insignes de la marca, para delinear modelos con terminaciones acampana das y líneas sobrias que evocan al movimiento cauteloso del viento.[caption id="attachment_261080" align="aligncenter" width="539"]
Fotografía cortesía de Cancino.[/caption]El estilo de Cancino ha cimentado su nombre como uno de los más relevantes de la industria de la moda mexicana. Sobre la construcción identitaria de su firma, que surge a la par del concepto de sus primeras colecciones, el diseñador concluye: “Me he dado el tiempo de ir escuchando mi voz interior, lo que quiero hacer. Estos años van a servir para definir con mucha exactitud hacia dónde va a ir el camino de Cancino”.[/read]
Mientras que las ciudades impulsan la producción artística, que parece avanzar de manera apresurada en un mercado saturado, los ambientes lejanos a aquéllas están permitiendo a los creadores darse un respiro y crear de maneras diferentes. Tenemos el caso de la industria de la moda que reinterpreta aspectos del pasado en un ejercicio de constante análisis.
Cancino nació mucho antes de presentarse como marca, entre la selva y el boscaje de Chiapas, entre las prácticas tradicionales y el trabajo de investigación de su creador, Francisco Cancino, un diseñador de Tuxtla Gutiérrez, de 36 años de edad. Desde su infancia, su contigüidad con los Altos de Chiapas y el contacto cotidiano con las comunidades indígenas de la región agudizaron su entendimiento del diseño y el arte. Chiapas es el segundo estado con mayor presencia indígena en México, por lo que Francisco creció observando el trabajo artesanal de estos pueblos y sus procesos de manufactura. No es de extrañarse que al centro de su trabajo se encuentre la estética indígena de esta región, aunque reelaborada. Recuperar esta influencia para, en conjunto, crear algo innovador se ha convertido en la piedra angular de su trabajo.[caption id="attachment_261077" align="aligncenter" width="539"]
Fotografía cortesía de Cancino.[/caption]Un recuerdo de niñez de Francisco Cancino es cuando descubrió que muchos artesanos elaboraban su propia ropa: “Sentí que se trataba de un acto anecdótico el que esas piezas existieran, porque tenían que ver con el entorno de la comunidad”, dice al respecto. Sus inicios fueron autodidactas: se involucró en la costura, el patronaje y el lenguaje del bordado. Más tarde, estudió Diseño Gráfico en Chiapas y Diseño de Modas en la Ciudad de México. “La idea central de mi línea de trabajo es mostrar a mi país: su pasado, su presente, lo moderno, lo tradicional, lo artístico y lo artesanal. Ése es el eje motor de las colecciones. Quiero que, cuando la gente vea mi trabajo, se acuerde de algún color, olor o experiencia vivida y que sea claro que viene de aquí”, apunta Cancino.[read more][caption id="attachment_261078" align="aligncenter" width="539"]
Fotografía cortesía de Cancino.[/caption]En 2019, la marca que lleva su apellido surgió como consecuencia de su exhaustiva documentación sobre la cultura de la indumentaria textil en México; este análisis le permitió comprender la vestimenta tradicional como supeditada a los ciclos naturales de la tierra. Tras el término de un episodio determinante en su carrera profesional, con su salida de Yakampot y a través de un largo proceso de observación, el autor de hasta ahora tres colecciones —Atl: agua, Tierra y La región más transparente del aire— eligió los cuatro elementos de la naturaleza para retomar su creatividad y desplegar una pro puesta de diseño profundamente reflexiva. Su fantasía de crear ropa por medio de los signos y los símbolos resultan en lo que él describe como: “una semiótica personal que me permite contar mi historia de vida desde la vestimenta”.[caption id="attachment_261079" align="aligncenter" width="539"]
Fotografía cortesía de Cancino.[/caption]Las prendas de Cancino son un híbrido entre piezas statement y piezas más cercanas a la tendencia, pero que también cumplen un deseo de atemporalidad a través del equilibrio entre los materiales y una fabricación que busca la perduración de la ropa y reducir la producción de residuos en su manufactura. En el dibujo de una nueva etapa en su carrera, con una última entrega en proceso, dice: “Me imaginé esto como algo muy puro, muy plausible y honesto”. Su más reciente cápsula, La región más transparente del aire, toma la manta y la lana de telar de pedal tlaxcalteca, tejidos insignes de la marca, para delinear modelos con terminaciones acampana das y líneas sobrias que evocan al movimiento cauteloso del viento.[caption id="attachment_261080" align="aligncenter" width="539"]
Fotografía cortesía de Cancino.[/caption]El estilo de Cancino ha cimentado su nombre como uno de los más relevantes de la industria de la moda mexicana. Sobre la construcción identitaria de su firma, que surge a la par del concepto de sus primeras colecciones, el diseñador concluye: “Me he dado el tiempo de ir escuchando mi voz interior, lo que quiero hacer. Estos años van a servir para definir con mucha exactitud hacia dónde va a ir el camino de Cancino”.[/read]
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