El apetito creativo de la diseñadora méxico-holandesa, Emma Boomkamp, la ha guiado a un camino inagotable de posibilidades en el tejido y el tratamiento de distintos materiales. Sus creaciones en hilos y vidrio han sido parte de los eventos de diseño más reputados en el ámbito a nivel internacional.
Lana, burbujas de vidrio y macramé. En 2016 la diseñadora Emma Boomkamp crea un proyecto que, casi a manera de reto, desafía las posibilidades de los materiales en la creación de diseños a partir de nuevas formas, nudos y patrones, que incorporan técnicas milenarias. De madre holandesa y padre mexicano, creció entre estas dos naciones. En 2015 su vocación manual por entrelazar tejidos en maneras poco convencionales la hizo mudar su residencia a México, donde inició su propia firma de diseño. Estudió Diseño de Producto y Economía en Ámsterdam. Su colección de artículos de vidrio soplado Veni, Vidi, Vidrio, de 2013, lo atestigua. Éste fue un primer acercamiento a la elaboración de productos, que realizó en conjunto con la diseñadora Lera Moiseeva, y las piezas llevaban impresas, desde entonces, el estilo innovador que caracteriza su diseño experimental.
Su marca —Emma Gavaldon van Leeuwen Boomkamp— explora la producción de tapetes de hilo de lana, macramé y sisal, pero también incursiona en el uso de vidrio soplado y el desarrollo de mamparas y luminarias elaboradas de textiles. Con la idea de resolver la tensión entre los espacios fijos y las personas que los habitan, su estética tiende al juego entre la simpleza en el color y las composiciones con formas geométricas. En entrevista con Gatopardo Boomkamp dice sobre su colección de tapetes, elaborados a mano y a la medida en los colosales telares de Teotitlán del Valle, Oaxaca: “Si es para un comedor, quieres que haya conversaciones bonitas, risa, intercambio; o si es para un cuarto en el que va a dormir una pareja, simbolizar la unión, transmitir paz y calma. Todos esos sentimientos generan una conceptualización en la que veo formas”.
[read more]El estilo de Boomkamp refleja un particular interés por la construcción de piezas a gran escala, que pueden requerir hasta seis meses de tejido, línea por línea. El orden en sus procesos es siempre distinto, pero parte en todo momento de un análisis íntimo: “Es entender el telar y luego jugar con todas estas posibilidades, qué se puede hacer y qué necesita el espacio”, dice. “A veces nada más me siento y es rico dibujar e imaginar formas, pero, a veces, entendiendo el espacio y el sentimiento que se busca, veo los dibujos que ya tengo y digo: ‘esta forma tiene eso que necesito’”, continúa. Sus piezas Macramé Joanna, Santiagote, Félix y Odette son una muestra de este diálogo entre figuras y atmósferas. Aleta Glass es una colección de vasos y jarra hecha con vidrio reciclado —de ahí su bella imperfección— e inspirada en las formas del océano y sus criaturas; la colección Esperanza, en cambio, plasma el mismo diseño en dos medios distintos, tejido y vitral. La travesía de Boomkamp por la técnica, los colores y las texturas incluye su participación en uno de los programas artísticos de 2018 del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes en Yucatán, donde creó Sisal space makers, un repertorio de obras textiles que evocan las cosmovisiones maya, yaqui y coreana. Su deseo ávido por experimentar con distintos materiales y procesos le abrió las puertas a grandes exposiciones de diseño, como Inédito, en las ediciones 2017–2019 del Design Week Mexico o en WantedDesign 2018, en Nueva York. Desde la teoría detrás del tallado en cerámica hasta la concepción del diseño textil desde distintas dimensiones, Boomkamp quiere continuar en el aprendizaje del trabajo de otros materiales, como el metal y sus procesos tradicionales de fundido, y todo aquéllo que le permita seguir redescubriendo los enigmas de una cultura que le apasiona desde pequeña.
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