El Discurso del Estado de la Unión (State of the Union), cuyo simil nacional podría ser el obsoleto 'Día del presidente' instaurado por los gobiernos priístas de mediados del siglo pasado, es uno de los momentos claves en la historia de cualquier mandatario en los Estados Unidos. El discurso, televisado a todo el mundo, es ideal para exhibir las fortalezas del gobierno en turno y –tal y como lo indica su nombre– presumir el estado en el que se encuentra la nación. "El estado de nuestra unión es fuerte" (The State of our union is strong), menciona el presidente por protocolo al inicio de su discurso. Para alguien como Donald Trump, el State of the Union también representa una oportunidad para mostrarse como un líder. Recibir aplausos, hablar de frente a sus gobernados y colaboradores administrativos, y reafirmar su compromiso por, como él mismo lo ha manifestado desde el inicio de su campaña presidencial, "poner a los Estados Unidos en primer lugar". Sin embargo, fiel al comportamiento que lo llevó a la Casa Blanca, Trump ofreció un discurso en el que volvió a insistir en algunas de sus fallidas propuestas de su campaña, como la construcción de un muro en los límites de los Estados Unidos y México. Por otro lado, reconoció levemente el trabajo hecho por el partido republicano, exageró cifras y datos que rápidamente podían ser rebatidos o corroborados de millones de personas en todo el mundo, y atacó discretamente (o quizás no tanto) a los demócratas, quienes hoy lideran la Cámara de Representantes.
El discurso había sido problemático incluso antes de iniciar. Semanas antes de su fecha original de celebración, la presidenta de la Cámara de Representantes –la demócrata Nancy Pelosi– anunció a Trump que no podría asistir al Capitolio gracias al cierre total de gobierno que afectó a los Estados Unidos por 36 días. El cierre fue ocasionado por la negativa de la Cámara de aprobar un presupuesto de gobierno que contemplaba 5.7 billones de dólares para la edificación de un muro que bloquearía el acceso de México a los Estados Unidos. Pelosi, una de las figuras de oposición más importantes del gobierno, le informó al presidente que su discurso tendría que ser aplazado hasta que se abrieran los fondos y el personal de seguridad pudiera resguardarlo como se debe. Tras aceptar una apertura de fondos garantizada hasta mediados de febrero, Trump fue invitado a la Cámara.
Trump, frente a Nancy Pelosi y Mike Pence, en el Discurso del Estado de la Unión (State of the Union) - Fotografía: The White House En uno de los primeros embates que el presidente realizó en las casi dos horas de discurso televisado, Trump exigió que la Cámara autorizara el presupuesto para el muro (al que Trump también ha comenzado a llamarle "cerca" o "reja"), alegando que la seguridad en la frontera era "un asunto moral". "En el pasado, la mayoría de las personas en esta habitación votaron por la construcción de un muro, pero nunca fue propiamente construido. Yo haré que se construya... Los muros funcionan y los muros salvan vidas", mencionó Trump. Como es costumbre en este tipo de eventos, las palabras del presidente eran apoyadas de inmediato por la bancada de su partido. En algunos momentos, especialmente en aquellos dedicados a economía y política exterior, el grupo republicano aplaudía de pie a los dichos de Trump; mientras tanto, la bancada demócrata se mantenía estática. Sin embargo, sí hubo un momento en el que Trump hizo que los demócratas se levantaran de su asiento. "Nadie se ha beneficiado más de nuestra genial política exterior que las mujeres, que han tomado cerca del 58% de los trabajos recién creados en el último año", comentó el presidente, desatando una ola de aplausos por parte de la minoría republicana. Como respuesta, las congresistas de la bancada demócrata, electas apenas en noviembre del año pasado, se adueñaron de la celebración. Frente a Trump y el bloque conservador de los Estados Unidos, las mujeres demócratas que consiguieron triunfos históricos en las pasadas elecciones intermedias se congratulaban y tomaban como propios un logro que Trump había decidido adueñarse por completo. "No esperaba que hicieran eso", dijo Trump sorprendido. Pelosi también jugó un papel importante en la recepción de los datos ofrecidos por Trump. Consolidada en Washington como la figura demócrata más importante en la historia del poder legislativo, la congresista de Baltimore respondió con frialdad política a los dichos apoyados por los republicanos, representados en el estrado por el vicepresidente y líder del Senado Mike Pence. Pelosi negaba levemente con la cabeza, hacía anotaciones y apoyaba solamente los temas que beneficiaban al discurso bipartidista que Trump insinuó en ciertos momentos de su discurso. Tras escuchar al presidente insistir en la necesidad de cooperar y comprometerse por el bien común, Pelosi se levantó y aplaudió de pie, en lo que algunos identificaron como un aplauso sarcástico.
Trump ofrece su Discurso del Estado de la Unión, el 5 de febrero de 2019 - Fotografía: The White House Durante el discurso, que poco después fue respondido por los demócratas Stacey Abrams y Xavier Becerra, Trump también habló sobre la emergencia sanitaria que existe en los Estados Unidos, comprometiéndose a bajar el costo del seguro médico, los medicamentos de prescripción y asegurar a pacientes con enfermedades pre-existentes. Por último, Trump hizo tres declaraciones pertinentes en torno a las relaciones internacionales que los Estados Unidos mantienen con tres terrenos en conflicto: Corea del Norte, Afganistán y Venezuela. En el caso de Norcorea, Trump afirmó que su relación con Kim Jung Un era "muy buena" y que se reuniría otra vez con el mandatario asiático el 27 y 28 de febrero en Vietnam; sobre Afganistán, el inquilino de la Casa Blanca adelantó que su administración negociaría con grupos afganos, incluido el Talibán, para lograr la paz en la región. "Condenamos la brutalidad del régimen de Maduro, cuyas políticas socialistas han convertido a una nación saludable de Sudamérica, en un país de pobreza y desigualdad", comentó Trump, quien hace un par de semanas reconoció como presidente interino de Venezuela al líder opositor Juan Guaidó. Así fue como Trump libró su segundo State of the Union, un evento en el que año con año, el presidente de los Estados Unidos recibe la atención de todo el mundo, con un par de aplausos de por medio. Aunque su contenido es cuestionable, especialmente si consideramos la decena de afirmaciones falsas que se permitió y de las que ya parece salir librado por default, Trump ofreció lo que mejor sabe hacer: un show televisivo tan desmedido como viral. Más en Gatopardo: El muro que provocó el cierre de gobierno más largo de los Estados UnidosNiños separados de sus padres: La política migratoria de Donald TrumpEl legado judicial de Donald Trump