Jorge Ángeles pasa con cada paciente a medirle la temperatura, tomarle la presión, indicarle el medicamento, y hacerle las preguntas obligadas: “¿se siente mejor o peor que ayer?, ¿le falta más o menos el aire?”. Es la única forma de ir midiendo su recuperación.
En México, del 1 de enero al 29 de abril, se reportaron 1,569 defunciones por Covid-19, una cifra que contrasta con las 1,200 mujeres asesinadas por violencia de género durante el mismo periodo. En un país en el que la violencia de género va a la alza, la pandemia más letal no es la del nuevo coronavirus.
La colonia Doctores, uno de los barrios populares de la ciudad, hace su mejor esfuerzo para adaptarse a estos tiempos. A veces las normas se respetan, otras veces no, y otras más se hacen como que se cumplen. En esta pandemia, los trabajadores informales y la gente de escasos recursos enfrentan un dilema.
En España, los niños de la posguerra y el franquismo intentan sobrevivir a la pandemia. Teresa Vilaplana forma parte de la población vulnerable y es una de las mujeres que ha logrado sobrevivir entre más de 220 mil infectados
El mal uso de esta tecnología pondría en peligro la privacidad y la libertad de expresión, entre otros derechos, además reducir la confianza en las autoridades, perjudicando su capacidad de respuesta en temas de salud pública.
Cuando algo termina de forma tan abrupta, como hemos visto suceder con muchos negocios en las últimas semanas, su presencia no se disuelve del todo, sino que permanece como un fantasma atrapado en su propias huellas, ya sin zapatos.
Hay mil maneras de aprender a sobrevivir en un confinamiento, ya sea el de un poblado donde el cartel lo controla todo, o el de la muerte a la vuelta de la esquina. Hay quienes han perdido la esperanza y miran al reloj, y quienes siguen planeando porque la vida volverá a ser, aunque distinta.
Cuatro mujeres de una misma familia hablan sobre la forma en que enfrentan, desde su trinchera, esta pandemia que no se parece a nada de lo que vivieron antes. ¿Cómo seremos cuando todo esto acabe? Esa es la pregunta que intentan responder.
La primavera de Nueva York transcurre casi sola y sin agenda. Los inmigrantes, que son de los más afectados en el epicentro de la pandemia, ahora buscan formas de mantenerse resilientes y sobrevivir a la crisis sanitaria.
A los trabajadores de limpieza del sector salud nadie les dice que son ángeles vestidos de blanco ni les donan comidas calientes. Llegan temprano y se van tarde, hacen su trabajo para que otros puedan realizar el suyo. Entrar, limpiar, garantizar seguridad y salir. Ellos también son esenciales, pero muchas veces pasan desapercibidos. Esta es la segunda entrega sobre lo que sucede al interior del hospital de Nutrición.
En este país el virus encontró una víctima especialmente vulnerable. En Venezuela escasean desde hace tiempo la gasolina, la luz, el agua, los servicios de salud y la información confiable. Sin embargo, Maduro asegura que lo tiene todo bajo control.
En esta cuarentena, la naturaleza está reconquistando los espacios que le arrebatamos. Los ambientalistas ya se cuestionan qué pasará cuando esto acabe, y todos volvamos a recuperar la producción perdida. ¿Qué pasará con el planeta?
El primer caso se confirmó en Brasil el 26 de febrero, último día del carnaval de Río de Janeiro. Para el 20 de abril ya había más de 43 mil infectados y 2,700 muertos. Bolsonaro sigue llamándolo «gripecita» y ya despidió al ministro de salud por contrariarlo.
Rocío, Paulo, Katherine, Gerardo y Emmanuel son jóvenes, mexicanos y viven en Europa, región en la que la pandemia del COVID-19 ha dejado miles de muertos. Desde allá recomiendan a sus compatriotas seguir las recomendaciones para evitar que el virus alcance niveles incontrolables en México.
El Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán enfrenta retos impensables. Transfirió a sus pacientes, dejó de recibir a otros, y se vació para atender a los infectados por el nuevo coronavirus. Esta es la primera entrega de una serie de textos sobre lo que sucede ahí adentro.
Gibrán Zea es un destacado sablista de México. Desde la llegada de la pandemia, se encuentra atrapado en Nápoles sin posibilidad alguna de poder regresar a casa. Mientras sus vecinos cantan o tocan música, él practica esgrima en combates imaginarios.
“Coronavirus es un golpe al capitalismo al estilo de Kill Bill y podría conducir a la reinvención del comunismo”, escribe Slavoj Žižek en «Sopa de Wuhan», una antología digital de textos que importantes filósofos publicaron sobre el impacto del coronavirus.
Axel Hernández es un joven mexicano de 24 años que trabajaba como cocinero en el restaurante Hudson Garden Grill del Jardín botánico del Bronx, hasta que tuvo que volver a su casa por el cierre de Nueva York.
Mientras el coronavirus se abría paso en el país, Martina, instalada en su cuarentena uterina, se negaba a nacer. Su padre escribió está crónica entre la angustia y la alegría que significó recibirla en tiempos de emergencia sanitaria.
Especialistas hablan de cómo el coronavirus afectará la salud mental. La mayoría experimentará angustia emocional y será crucial la resiliencia de las personas y comunidades para hacer frente al nuevo coronavirus.
De las calles de esta ciudad se recogen un promedio de 150 cadáveres diarios que esperan a la intemperie, a veces por varios días, porque la pandemia de Covid-19 tiene a los sistemas de salud y funerarios completamente rebasados.
La cuarentena que estamos viviendo por la amenaza del nuevo coronavirus supone un desafío a las actividades laborales en esta era de conectividad. Pero en el caso de las mujeres, el reto es todavía mayor: la pandemia evidencia y acentúa las desigualdades que hay entre mujeres y hombres.
Quienes viven en reclusión tienen un sistema inmunológico débil por el estrés del confinamiento, además de una dieta pobre y otras enfermedades crónicas. Aún ante la emergencia, ninguna práctica disciplinaria debe traducirse en violencia física o psicológica.
Entre fronteras cerradas y vuelos cancelados, miles de mexicanos vieron convertidos sus viajes en una carrera a contrarreloj por regresar a casa. Estos son los testimonios de quienes tuvieron que desplazarse en medio de la pandemia.
«Todavía hay quienes creen que esto no existe. Sí existe. Yo lo tengo. Hagamos caso, no salgamos. Vamos a saturar los sistemas de salud. En México, donde cerraron escuelas casi al mismo tiempo que Noruega, todavía están a tiempo».
Sigue aquí todos los días su reporte con los datos actualizados.
¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad?, ¿qué hacer cuando se tienen?, ¿cuál es la mejor forma de evitar su esparcimiento, y ¿cómo cumplir con la responsabilidad de cuidarnos, no sólo en lo individual sino en lo colectivo?
«Los que como yo no tienen ni refrigerador, los de los campos, los de la Cuba profunda, nos vamos a extinguir».