Los sindicatos han sido espacios hechos por y para hombres, una jungla donde rige la división de género que excluye a las mujeres de las posiciones de poder. En los sindicatos de los diferentes sistemas del metro, hace tiempo, ellas comenzaron a preguntarse si no podían aspirar a ser algo más que secretarias y, en cambio, manejar economías, relaciones entre trabajadores y direcciones. Comenzaron a tocar puertas, a recorrer pasillos; se agruparon en Chile, México, Argentina y Colombia. Hoy conquistan estos lugares antes monopolizados como un logro colectivo.
Una mañana de 2020 una joven compositora recibió una llamada, un encargo, que le cambió la vida: una canción sobre los feminicidios en México. La letra llegó a todas las agencias de noticias y estuvo presente en cada protesta feminista subsecuente del país. Las mujeres la adoptaron sin reservas; sus versos llenaron pancartas, cubrieron muros y hasta aparecieron en una película. El hartazgo ante la impunidad, el empoderamiento y la protesta se fundieron en el sello político de Vivir Quintana.
Entre los vestigios de la tradición textil en México, surge un proyecto que distingue la nobleza de los materiales en crudo. Caralarga es una marca, de indumentaria, joyería y piezas en gran formato, que propone un panorama optimista para su comunidad y respetuoso con su medio.
Estos son los momentos estelares de la lucha feminista contra la violencia de género en América Latina, la cual ha tenido que recorrer un largo y arduo camino hasta llegar al día de hoy.
Una perseverancia innegable y la vocación por la ciencia impulsaron a que Katalin Karikó, premio Nobel de Medicina 2023, descubriera una de las vacunas contra el Covid-19.
Capaz de iluminar el rostro de cualquier comensal, la tradición panadera que impulsan estas cinco mujeres mexicanas es el resultado de años de trayectoria y experiencia internacional, desde la repostería francesa, pasando por la italiana y las mejores escuelas de gastronomía en la Ciudad de México.
Después de Matate, amor (Paradiso Ediciones, 2012; Dharma Books, 2019), su novela sobre la maternidad, la vida doméstica y el matrimonio —vistos desde la crudeza, la animalidad y el delirio—, la autora Ariana Harwicz escribe acerca de la sobrevida de lo que llama “exfamilia”, cuando se ve forzada a convivir a pesar de la separación. Éste es un relato inédito posterior a su célebre novela.
La fotógrafa Mariceu Erthal visitó a una pareja de cubanos cuya hija, Iriana, migró a Europa en busca de mejores oportunidades de vida. Este foto ensayo recoge las preciosas experiencias que intercambiaron.
¿Cómo sería el horror sin estar a la sombra del heteropatriarcado, sin recargarse en la maternidad o en la reproducción y sus tantos símbolos? ¿Cómo serían las historias de terror más famosas sin los componentes criminales o sobrenaturales? Veríamos historias de mujeres lastimadas.
La historia detrás de la portada de Gatopardo214 es una de empatía, complicidad y ternura.
El apetito creativo de la diseñadora méxico-holandesa, Emma Boomkamp, la ha guiado a un camino inagotable de posibilidades en el tejido y el tratamiento de distintos materiales. Sus creaciones en hilos y vidrio han sido parte de los eventos de diseño más reputados en el ámbito a nivel internacional.
Es muy difícil desmontar las narrativas que se han creado de lo radicalmente ajeno a lo largo de la historia. Por eso, no basta celebrar las diferencias, sino que también es importante hablar sobre las dificultades que surgen al encontrarse frente a la alteridad.
Una cardióloga neoyorquina demostró en 1991 que muchas mujeres morían por infarto en los hospitales. La razón: los síntomas se habían estudiado siempre en hombres y variaban en el cuerpo de las mujeres. Desde entonces, cada vez más médicas e investigadoras trabajan para entender mejor las diferencias fisiológicas entre sexos y para difundir que el sesgo de género en la medicina destruye vidas.
Cuatro mujeres mexicanas han dedicado su vida profesional al estudio, la investigación y la reforestación de áreas verdes en equilibrio con el paisajismo. Todas, aunque de maneras distintas, reflexionan sobre el vínculo entre los habitantes y su entorno.
Los movimientos de mujeres no son un ejército producto de la visión patriarcal contra la que se rebelan; son una criatura en constante evolución que integra células vivas, horizontales, autónomas, que se encuentran y se separan.
Caminaron por todos los ministerios públicos en busca de sus familiares desaparecidos y entre ellas se encontraron. Pronto crearon lazos, hicieron grupos, organizaron búsquedas en campo y llevaron sus expedientes a todos lados, con sus propios medios y recursos. Quienes nutren las filas de los colectivos suelen ser, en su mayoría, mujeres atrapadas en la espiral de la ineficacia del sistema de justicia.
Gatopardo presenta el trabajo de dos mujeres mexicanas pioneras en el diseño de piezas que llevan los materiales naturales a su máxima expresión: artículos armónicos y funcionales, creados por los estudios de diseño ENTE y txt.ure, que nos invitan a tomar una pausa para contemplar la impecable curaduría de los espacios dentro de Casa Octavia, una propuesta de alojamiento exclusiva en la Ciudad de México, dirigida por la diseñadora Roberta Maceda.
Las mujeres han dependido en mayor medida que los hombres del acceso a los recursos comunes y han estado más comprometidas con su defensa. Históricamente han liderado esfuerzos para colectivizar el trabajo reproductivo —piedra angular sobre la que se construye la sociedad— para protegerse de la pobreza, de la violencia estatal y de la ejercida por los hombres. Éste es un ensayo feminista sobre las luchas de nuestro tiempo.*
Durante diez años dirigió el primer instituto de estudios de género creado en su país, donde investigó sobre la historia invisibilizada de las mujeres. Hoy asesora al presidente Alberto Fernández y es una de las voces cruciales de la legalización del aborto en Argentina. Entre la academia y la política, Dora Barrancos se ha convertido en un emblema de los movimientos en pro de las mujeres.
¿Cómo dar cuenta del feminismo si tiene una escala masiva, si a él se suman desde morras que estudian la secundaria hasta veteranas octogenarias? ¿Qué más se puede decir si los movimientos de mujeres ya están en todas partes?
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