Enero – Febrero 2022
“Vida y muerte” resulta de una de las exploraciones del estudio cerámico PopDots. Bajo la premisa de que un creador vive un proceso de muerte al convertir la materia en un objeto o producto, esta serie a sus usuarios a ser parte de esa transmutación a través de estas piezas.
Los bosques de luciérnagas se están apagando. Las causas se encuentran en muchos lados: el turismo sin regulación, las sequías, los incendios, la agricultura y la contaminación lumínica de las ciudades. Lo que ocurre en Tlaxcala es un fenómeno conocido como “extinción local”. Detrás está el cambio climático: el aumento del calor está siendo catastrófico para una especie pequeña que depende de la humedad y la oscuridad para sobrevivir.
A inicios del milenio, Vandana Shiva, una de las pensadoras indias más provocadoras en temas relacionados con el medio ambiente, escribió sobre la histórica erosión del acceso al agua en el mundo, haciendo énfasis en la destrucción del planeta y el término “refugiados ambientales” para hablar de comunidades desplazadas como consecuencia de las inundaciones, las sequías y los cultivos muertos. Veinte años después, su aproximación es más vigente que nunca: la economía basada en combustibles fósiles determinará el futuro del agua y, por ende, el futuro de la toda vida.
Las altas temperaturas están detrás los últimos desastres naturales en América Latina: incendios forestales, vendavales, inundaciones y deslizamientos. Eventos como el del huracán Iota se han vuelto cada vez más fuertes y frecuentes. En Colombia, por ejemplo, ninguna dependencia gubernamental está contabilizando a los refugiados climáticos. Es un fenómeno invisible. Para 2050 se estima que cerca de 216 millones de personas en el mundo tendrán que abandonar sus tierras por cuenta del clima.
La manera en la que respondemos al cambio climático involucra una injusticia fundamental: quienes toman las decisiones ante la emergencia no son la generación que tendrá que vivir con las consecuencias de lo que hagamos en el presente. Los jóvenes y menores de edad carecen de participación en todas las institutiones formales. ¿Quiénes los están escuchando? ¿Qué decisiones tomaríamos si realmente defendiéramos sus intereses?
Uno de los autores de ciencia ficción más leídos, Kim Stanley Robinson, dedicó años de su vida a escribir sobre la posibilidad de terraformar Marte y habitarlo. Hace poco abandonó el tema y le dio a su escritura una dirección radicalmente opuesta. La conciencia sobre el cambio climático ha provocado que la postura ética que toman los autores determine el tipo de ficción que crean: en el presente y el futuro próximo, lo indispensable será salvar la Tierra; sus novelas dejan atrás al planeta rojo para concentrarse en lo urgente: el nuestro.
El futuro nos llama a cambiar nuestra forma de vivir, lo que implica también nuestra forma de alimentarnos. Preguntarnos cómo reinventar nuestra dieta para reducir nuestra huella de carbono es una tarea a nivel mundial y, en México, la Fundación Herdez investiga los menús por venir.
La nueva SUV compacta de Mercedes-EQ llega para romper esquemas con tecnología cien por ciento eléctrica y un impactante diseño. Es parte de la estrategia de la marca para crear una industria automotriz cada vez más sustentable.
La gestión de proyectos se convierte paso a paso en una disciplina que contribuye a cambiar la forma en la que se conciben y ejecutan los desarrollos inmobiliarios comprometidos con la lucha contra el cambio climático.
El paisaje como género artístico ha sido siempre una forma de mirar, construir y dialogar con la naturaleza. Catalina Lozano, curadora de arte colombiana, está convencida de que, para representar el paisaje contemporáneo, víctima de la presencia humana, ya no basta la imagen. La ruina y la devastación demandan nuevos procesos creativos.
El enfriamiento del planeta ocasionó, hace 305 millones de años, lo que ahora conocemos como el colapso de las selvas tropicales del Carbonífero, un evento de extinción masiva.
No es un sueño romántico. A la par que se expande el modelo de agroquímicos, la resistencia también. Familias campesinas, de pequeños y medianos productores, estrechan lazos para recuperar el campo en el gran cinturón frutihortícola del Cono Sur. Esta es la historia de dos colectivos de agricultores que se oponen al arado intensivo, a los transgénicos y químicos, que queman el suelo, matan la vida. Y lo hacen a través de la agroecología, para recuperar los suelos, para defender los territorios.
En la década pasada México fue un pionero de la legislación ambiental; ahora, con López Obrador, el gobierno federal redujo la ambición de las metas que presentó ante la COP, además de adoptar políticas energéticas que definitivamente socavan la misión de evitar las peores consecuencias del calentamiento global.
El cambio climático es el reto más urgente. El mayor acelerador de pobreza y desigualdad de nuestros tiempos será directa o indirectamente provocado por esta crisis. Si queremos superarla y construir un mundo más justo, atender el problema ambiental debe estar al centro de cualquier causa que nos ocupe.
Enclavada en el sur de la Riviera Maya, donde se levantan complejos hoteleros de cinco estrellas entre selvas tupidas y playas de arena blanca, se encuentra Chemuyil. Aquí el furor turístico avanza de manera descomunal: desplaza a los habitantes originarios y vuelve privadas sus playas. Actualmente diez desarrollos podrían extenderse sobre más de 400 hectáreas de áreas naturales. Por eso los mayas se organizan para preservar estos ecosistemas, cruciales en la lucha contra el cambio climático.
El cambio climático es una alerta roja. No hay otro problema más grande, ni siquiera el covid-19 ni los conflictos armados. A finales de 2021, Glasgow reunió a representantes del mundo para actualizar los acuerdos de lucha contra aquél. Algunos pasos se dieron en la dirección correcta, como incluir en el debate los combustibles fósiles o la designación de fondos para la adaptación climática. Pero las incógnitas siguen en el aire. ¿Realmente estamos por iniciar una década de acción decisiva?
Nos encontramos ante una de las mayores crisis ambientales que ha vivido la humanidad: la extinción de cientos de especies —es decir, su muerte biológica— a causa de la actividad humana. En El próximo desierto, libro de poemas que le valió el Premio de Literatura Ciudad y Naturaleza José Emilio Pacheco 2018 al venezolano Santiago Acosta, se aborda la geografía de esta catástrofe desde una figuración distópica.
En el sur de Nayarit, en la autopista Guadalajara-Puerto Vallarta (Jala-Compostela-Bahía de Banderas), que atraviesa una de las regiones más importantes de reproducción de jaguares en el Pacífico mexicano, hoy se busca escribir una historia diferente. Una autopista interespecie que permita a los animales cruzar caminos y conecten hábitats adyacentes.
La COP26 reconoció a la metrópolis por su plan de acción para mitigar los efectos del cambio climático. El mérito de Guadalajara, hasta el momento, es tener un plan: una hoja de ruta ambiciosa donde se detallan los pasos a seguir para llegar a la carboneutralidad en 2050. Sin embargo, hay varios retos por cumplir, dado el tamaño y la complejidad del territorio.
Desde el exterior se percibe esta imagen perfecta del también conocido como mar de Cortés. El refugio del lobo marino, el tiburón ballena o la ballena jorobada. Romantizado como ejemplo de conservación, ha provocado que lleguen aquí más visitantes e intereses de afuera. Las rachas de calor en el océano, la sobrepesca que irrumpe la cadena trófica y el acoso de las inmobiliarias a los humedales son factores que, en conjunto, vulneran estos litorales que antes fueran dignos de tramas aventureras.
El «acuario del mundo» se está calentando. Esta es la historia detrás de la portada de Gatopardo 218: La crisis ambiental.
Como resultado de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que se celebró en Glasglow en noviembre pasado (COP26), escuchamos el llamado: el calentamiento global se está acelerando y sus repercusiones son inminentes. El futuro no puede esperar. Con este espíritu arrancamos esta primera edición del 2022 y nuestra segunda cobertura dedicada al medio ambiente.
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